Emma Stone nació para esto
Cuando Emma Stone entró a la sala de prensa tras ganar su Oscar a Mejor actriz por su increíble creación de Bella Baxter en Pobres criaturas, tenía la misma cara de shock, alegría y confusión que vimos en la tele. Ella y su gran amiga Taylor Swift tiene perfeccionada esa expresión de: “¿En serio? ¿Gané? No lo creo”; solo que esta vez sabemos de gente muy cercana a la actriz que Emma sí estaba convencida de que la estatuilla sería para Lily Gladstone por Asesinos de la Luna. No fue así, y como la encantadora persona que es Emma se aseguró que darle su respeto y admiración a Lily y a las demás nominadas. No había desperdicio con las actuaciones de estas mujeres este año.
Recuerdo cuando conocimos a Emma hace ya 14 años, tímida y adorable, promoviendo una cinta que no se estrenó en México, llamada Easy A (Dicen de mí), en un megaevento de Sony Pictures en Cancún. Ya acabamos su trabajo en Zombieland, pero busquen esa película si no la han visto, porque lograrán ver a una mini-Emma romperla hasta con el género de las dinámicas y política de la preparatoria.
Su entrega, sentido del humor e inteligencia se notaban desde el primer momento.
Esa noche fue la fiesta de la cinta, y Emma solo veía con esos enormes ojos a todos celebrando alrededor. Tengo testigos de que esa misma noche varios de los periodistas de cine que estábamos ahí reconocimos que sería una enorme estrella. Luego vino Spiderman, La la Land, Cruella, Birdman… vaya, nunca le he visto un mal trabajo a Stone. Y nunca he dejado de ver a esa casi niña tímida que conocimos hace ya década y media. No hay ínfulas. No hay posturas. Si se le rompe el vestido, te lo va a decir entre risas aunque el mundo entero esté viendo.
A lo que voy con todo esto es
_ que la alegría de ver a una gran actriz y a una hermosa persona triunfar es contagiosa, y quería compartir ese bicho feliz con ustedes antes de dejar el Oscar 2024 atrás.