Regina Chávez Priego
Regina Chávez ha sido la pugilista mexicana más joven en pelear de manera profesional cuando apenas tenía 14 años
Regina Chávez es el ejemplo de que cuando quieres algo lo puedes conseguir sin importar la edad. Rony, como es mejor conocida, se convirtió en la boxeadora más joven en debutar, al registrar su primera pelea profesional con apenas 14 años, cuando ya llevaba más de 30 peleas como amateur.
“Fue como de ‘¿quieres debutar?’. Y pues yo no sabía nada, ni siquiera sabía bien de cómo era lo profesional. Yo entrenaba, ya tenía varias peleas, pero no tenía ni idea de cómo era el vendaje, no sabía que era sin careta, no sabía qué tipo de guante era. Cuando llegué ese día a cambiarme a los camerinos me espanté porque yo vi el vendaje que me estaban haciendo, creí que iba a ser como en amateur y ya luego ahí, al momento, me dijeron no, es que no”, recuerda Rony con una sonrisa. “Entonces al principio me puso un poco nerviosa, pero creo que tenía muchas ganas de ganar, creo que era más mi emoción de ganar que el miedo”.
Su rival era más grande que ella y aunque el día del pesaje tenía miedo, lo superó y ganó. “Como que me quiso espantar, me decía de cosas, me estaba diciendo que al otro día me iba a pegar, entonces yo estaba muy espantada, pero cuando me empezó a insultar, me enojé. Al otro día ya no tenía miedo, al contrario, tenía muchas ganas de boxear con ella para demostrarle que por algo yo estaba ahí, y le gané”.
Superó las burlas
Pero así no fue como empezó. Lo hizo yendo desde muy pequeña al gimnasio con su tío y después con su papá. Algo que inició como un juego, se convirtió en su pasión. “Mi papá puso su gimnasio y de vez en cuando iba, entrenaba, pero nunca me dediqué, hasta que una vez nos llevan a unas peleas, yo vi que todos llegaron con sus
Iztapalapa, Ciudad de México Peso: 50 kg
Estatura: 1.60 mts. Debut: 14 septiembre del 2018 División: Paja
Récord: 7-4-3 trofeos, estaban hablando muy emocionados con lo que les gritaban, con el ambiente, entonces yo quise sentir eso, quería sentir lo que era ganarte un trofeo, que la gente gritara tu nombre”.
Los comentarios negativos no faltaron, sobre todo en la escuela, pero en el gimnasio Mictlán la historia fue distinta. “Me acuerdo que en la secundaria a veces me hacían burla. En la colonia sabían que mi papá era el que daba las clases, entonces a veces las mismas niñas de la escuela me empujaban y los niños me decían que me creía Rocky, se querían pelear conmigo, pero no, yo siempre traté de evitar eso”, cuenta Rony. “En el gimnasio siempre la gente me ha respetado mucho, ha respetado mucho a las demás niñas y a todas las mujeres”.
Abriendo el camino
Regina está consciente que las condiciones no son iguales para un boxeador que para una boxeadora y por eso también se prepara estudiando psicología. “Pues sí, son pesados mis días. Ahorita, en las mañanas me tengo que parar más o menos cinco y media, tengo que salir a las seis al gimnasio para que pueda hacer mi rutina de la mañana, correr, hacer mis ejercicios. De ahí ya me meto rápido a mi casa, desayuno, me baño y me voy a la escuela. Termino mi jornada de la escuela, regreso, como rápido y me salgo. Termino mi rutina de la tarde, me meto a hacer tarea y hasta que la termine me duermo”, cuenta la pugilista sobre un día común.
“Creo que la ventaja que tengo es que mis maestros han sido muy considerados conmigo, me entienden, entienden mi deporte y entienden que a veces no puedo ir a la escuela. Yo trato de cumplir como cumplo en el box”, agrega.
Hoy, la joven de 19 años es ejemplo para aquellas que apenas inician en el mundo del box, mujeres y niñas que entrenan en el gimnasio de su papá y que sueñan con ser como ella algún día.
“De alguna forma me da motivación a mí porque cuando yo empecé, veía a las boxeadoras en la tele y no me imaginaba (que llegaría también yo). Yo veía a las mujeres que ya eran campeonas del mundo y pensaba que yo también podía ser campeona del mundo. Ahora yo las motivo, pero ellas también me motivan a mí porque me veo reflejada”.
Con toda una carrera por delante, Rony espera cumplir esa promesa que se hizo de niña y tener en su poder varios cinturones como campeona del mundo; además, afirma que éste es un deporte donde las mujeres pueden cumplir sus objetivos.
“El box es una magia y les puede regalar todo lo que ellas quieran. Todo lo que se imaginen. El boxeo se los da, pero así como se los da, el boxeo también les exige, les pide entrega, les pide disciplina, les pide mucha pasión, les pide amor”.