Muy Interesante Junior (México)
¡sorpréndete!
Seguramente sabes que la vida en nuestro planeta se originó en el mar hace unos 3,500 millones de años, pero fue apenas hace 360 millones de años que vertebrados de cuatro patas comenzaron a vivir en tierra firme. Eran los tetrápodos que dieron origen a los anfibios, reptiles, mamíferos –entre ellos tú– y aves (dos patas, dos alas). Sin embargo, después de casi 300 millones de años de vivir en la superficie, algunos mamíferos que tenían patas, poco o mucho pelaje y vivían sólo en tierra firme, regresaron a vivir al mar, y debido a la evolución son, entre otros, las ballenas, delfines, focas y manatíes que hoy conocemos.
Durante muchísimo tiempo no tuvimos evidencia de esto que se llama “cambio evolucionario trascendental”, pero gracias a fósiles descubiertos recientemente ha sido posible identificar especies intermedias entre mamíferos totalmente terrestres y los completamente marinos. Lo genial de estos descubrimientos es que es posible ver claramente sus adaptaciones para nadar, sumergirse y alimentarse en el mar (checa el recuadro). Algunos de estos ancestros de los mamíferos marinos actuales son el Ambulocetus natans, que significa “ballena que camina y nada”, encontrado en Paquistán, y el Basilosaurus isis hallado en Egipto, el cual medía 15 m de largo pero cuyas patas, de apenas 60 cm, no habrían soportado su cuerpo –lo que significa que estaba “perdiéndolas”–. Curiosamente, la adaptación completa de los mamíferos que regresaron al mar sólo tomó 10 millones de años, que en términos evolutivos no son nada.
Ahora bien, ¿por qué volvieron al agua? Seguramente algunos de ellos descubrieron que podían comer peces, y quizá eso les resultó más fácil que atrapar presas en tierra firme –donde tal vez eran escasas o la competencia era mucha–; en otras palabras, porque encontraron allí una mejor oportunidad para alimentarse, madurar y tener crías que, debido a la evolución, cada vez estaban más adaptadas para vivir en el agua, y si vives en el agua, ¿qué te sirve más: unas patas o unas aletas? Las aletas, claro. Por cierto, ¿has visto alguna ballena con patas traseras? Seguro que no, pero si te fijas en su esqueleto, notarás vestigios de una pelvis y fémures, evidencia de que hace millones de años caminaron en tierra. Sorprendente, ¿no crees?