¡Uy, qué choque!

Cuando chocan las partículas de un acelerador (o colisionador) a la altura de un detector, los científicos se ponen muy contentos porque les da la oportunidad de descubrir lo que hay dentro de cada partícula, y qué partículas nuevas se forman por la energía de la colisión –porque la energía se convierte en materia, es decir, en nuevas partículas– (¿te acuerdas de eso de que “la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”? Pues se transforma en materia). Así nos enteramos que el núcleo de los átomos está formado por protones y neutrones, y que éstos a su vez están formados por tres quarks cada uno. Hasta ahora, parece que los quarks no están formados por algo más pequeño, por lo que se consideran partículas fundamentales.