¿POR QUÉ CONSERVAR AL JAGUAR?

Porque es un terrícola y todos los terrícolas merecemos vivir bien en la Tierra, pero también porque es una especie ‘sombrilla’, es decir, el rango de su hábitat es tal que al protegerlo a él protegemos también a muchísimas especies más. Por ejemplo, los territorios de los jaguares con frecuencia se superponen a los del puma, así que protegiendo a los primeros estaríamos protegiendo también a los segundos. El reto es que los jaguares viven en 18 países con políticas y legislaciones diferentes, sin embargo muchas agencias gubernamentales y civiles trabajan para prohibir su caza y crear corredores en los que transiten libremente y se reproduzcan jaguares de diferentes zonas. Ahora, ¿cómo saber por dónde se mueven estos animales si son tan difíciles de ver? Una manera ha sido buscándolos, sedándolos y colocándoles collares que transmiten su ubicación vía GPS. Otra es rastreándolos. La meta es unir 90 poblaciones de jaguares a lo largo de 182 corredores potenciales sin afectar a las personas que tienen ranchos ganaderos o granjas agrícolas. En México, las dos áreas naturales más importantes para protegerlo son las reservas de la biósfera de Sian Ka’an, en Quintana Roo, y Calakmul, en Campeche.