Los sueños
La esencia de la deidad que, de acuerdo con la mitología clásica, ponía a dormir a dioses y mortales, aún prevalece en la cultura contemporánea.
La exitosa novela gráfica TheSandman, creada por Neil Gaiman y publicada desde 1989 por DC Comics y en Vertigo desde 1993, está en deuda lo mismo con la mitología grecorromana y las leyendas europeas que con la literatura y el psicoanálisis. El antecedente más remoto en el cual está inspirada la creación de su protagonista principal, Dream (‘sueño’, en inglés), es Hipnos, el dios que personificaba en la antigua Grecia al sueño. Hijo de Nix (deidad de la noche) y Érebo (de la oscuridad), era el hermano gemelo de Tánatos (dios de la muerte) y padre de las tres personificaciones de los sueños ( oniros): Morfeo, Fobétor y Fantaso.
Aunque formaba parte de las deidades menores de la mitología griega, al no pertenecer al círculo divino del Olimpo, Hipnos era capaz de dormir no sólo a los simples mortales, sino también a dioses y héroes. Según relata Homero en la Ilíada, el creador del sueño se transformó en un ave nocturna para, con el revoloteo de sus alas, adormecer a Zeus, a petición de su vengativa esposa, la diosa Hera. Ella pidió también a Hipnos que durmiera a Heracles, héroe engendrado por Zeus con una mortal. Otra de las leyendas es la de Endimión, el joven pastor a quien hace dormir eternamente para que su amada Selene, la diosa Luna, pueda contemplarlo por siempre. Para los romanos, el dios del sueño era Somnus, quien vivía en una cueva dividida en habitaciones, cada una más oscura y silenciosa que la anterior. En uno de esos aposentos, cubierto con cortinas negras, estaba el mullido sofá sobre el cual reposaba la divinidad. “Su soñolienta cabeza era sostenida por Morfeo, quien actuaba como su primer ministro y era el encargado de vigilar sus prolongadas siestas y sus profundos sueños, evitando que nadie impidiera su descanso”, afirma M. R. Padilla en Dioses mitológicos. En esa misma habitación coexistían “una multitud de espíritus primorosos, los Sueños, con las horribles Pesadillas”. Unos y otras eran enviados a la Tierra para visitar a los humanos. Algunos de esos sueños eran ilusorios, otros solían convertirse en realidad y el resto podían ser proféticos.
Por su parte Morfeo, hijo de Hipnos o Somnus, era considerado el dios que daba forma a los sueños. Padilla lo retrata así: “Se le representaba generalmente como un niño durmiente alado que sostenía un vaso en una mano y amapolas en la otra, las cuales agitaba con fuerza para causar un estado de somnolencia, que, según él, era el colmo de la dicha”.
Los otros hijos tenían también un significado mitológico. La diferencia con respecto a su hermano Morfeo es que, mientras éste adoptaba forma humana para mostrarse en los sueños, Fobétor adquiría forma de animales o fieras (aves, serpientes, dragones), y Fantaso, forma vegetal o inanimada (árboles, tierra, rocas).