La inteligencia es la habilidad para enfrentar, razonar, planear y resolver problemas, comprender ideas complejas y aprender rápido.
la historia de los logros culturales e intelectuales, para tener la imagen de un genio amable, accesible, y listo para las noticias de primera plana”. Son vistos como héroes modernos; o, como la misma Garber menciona, una suerte de ‘santos’ de una religión laica, que habitan en la ideología de la superación personal para escuelas y emprendedores. Pero lo que los medios de comunicación y público general pasan por alto es que los genios no existen como suprahumanos o divinidades; son humanos con grandes ideas, persistencia en los objetivos que se plantean y la inteligencia para desarrollarlas. Eso, y por supuesto, una pizca de personalidad, que también cuenta mucho.
La inteligencia, según la controvertida profesora de psicología educativa en la Universidad de Delaware, EUA, Linda Gottfredson, involucra la habilidad para razonar, planear, resolver problemas, pensamiento abstracto, comprender ideas complejas, aprender rápido y a partir de la experiencia. No es sólo aprender de los libros, una especialización académica o tomar exámenes de inteligencia. Más bien refleja una capacidad más amplia y profunda para la comprensión de nuestro entorno: “caer en la cuenta”, “hacer sentido” de las cosas, o “averiguar” qué hacer.” El doctor en psicología Robert J. Sternberg, profesor de Desarrollo Humano en la Universidad de Cornell y autor de más de mil ensayos en la especialidad, ha propuesto, tras revisar los resultados de numerosos estudios, que la inteligencia es multidimensional, y su amplio espectro no puede circunscribirse a una sola habilidad. Aunque medir la inteligencia ha sido uno de los más grandes logros de la psicología, las limitaciones de esta metodología también le han traído un halo de crítica y escepticismo. Y es que tener un CI alto no significa que se tenga éxito en la vida, como suele asociarse popularmente. Cada año surgen noticias de algún niño superdotado con un CI comparable al de Einstein ( sic) o al del mismo Stephen Hawking, una de las mentes más sobresalientes del mundo. Pero esta afirmación de ninguna manera significa que alcanzarán la misma cuota de logros que dichos personajes, o que quieran ejercer profesiones similares, pues tienen motivaciones, circunstancias de vida y personalidades muy diferentes, por no mencionar que pertenecen a épocas distintas. Sin embargo, si se les proporciona un ambiente apropiado para desarrollar sus capacidades, pueden destacar en el campo de su preferencia cuando sean adultos.
¿Has visto qué cerebro tiene Brett?
Los niños superdotados, en ocasiones llamados ‘niños prodigio’ según sus habilidades, pueden ejecutar tareas similares a los adultos desde los tres años incluso; suelen aprender a leer por sí solos, son capaces de tocar un instrumento con destreza, o a los siete años de resolver problemas algebraicos. Ellos representan apenas el 1% de la población, y sus requerimientos educativos muchas veces pasan inadvertidos para sus padres o profesores. La doctora en psicología Ellen Winner, del Boston College, quien se ha especializado en este tema, opina que no existe una diferencia entre un niño superdotado y uno prodigio, sino que es un contínuum amplio. Ella distingue tres características particulares para reconocer a uno de ellos, siendo la primera la más obvia de todas, y es su habilidad para aprender sobre un área en particular, de manera rápida y mostrando superación conforme hay práctica. Este último punto es importante, pues también aclara que no existen los talentos innatos, es decir, que ya se tenga aprendida una habilidad sin haber tenido contacto previo con la materia en la que se destacará. Su nivel de experiencia al tocar el piano, el violín, jugar al ajedrez o la destreza atlética será producto de la observación y de algunos intentos. Las referencias anecdóticas de personajes como Mozart, que aseguran pudo tocar el piano en la primera ocasión que tuvo uno enfrente, no son verificables, o creíbles. El enfocarse en la práctica de su habilidad de manera constante es uno de los rasgos distintivos, y la segunda característica en común. Ellos se entregan con pasión para dominar el tema que les