Medicina del pasado
La historia de la medicina no sólo se cuenta a través de sus protagonistas; su instrumental también tiene mucho que decir.
Una galería del instrumental médico en siglos pasados, que refleja la crudeza de la especialidad.
La llegada de la anestesia y la antisepsia del instrumental en el quehacer médico, junto con el reconocimiento de bacterias, microbios y patógenos como causantes y propagadores de enfermedades, fueron algunos de los conceptos que durante las primeras décadas del siglo XX dieron un gran impulso a la práctica médica. De esta época, que podría ser considerada como los albores de la medicina moderna, proceden interesantes objetos y aparatos que hoy nos resultan imprescindibles para entender esta ciencia. Gracias a sir Henry Solomon Wellcome (1853-1936), quien fascinado por este tipo de artefactos dedicó su vida a coleccionarlos, es que podemos contar con un acervo del que proceden las imágenes que presentamos en este artículo. Son instrumentos provenientes de finales del siglo XIX e inicios del XX, los cuales revelan aspectos esenciales en la historia de la profesión de salvar vidas. Cada elemento encierra un relato, ya sea de quienes los crearon, quienes los mandaron a fabricar (práctica habitual en aquel entonces) o quienes los utilizaron, así como el contexto y su fin. Por ejemplo, uno de los diversos instrumentos es la omniskop, una enorme máquina de rayos X (los cuales habían sido descubiertos a finales del XIX) inventada hacia 1920 con el objetivo de obtener placas internas de los pacientes. Mediante contrapesos y un motor, la omniskop podía posicionar al enfermo en una gran variedad de ángulos y generar la mejor imagen posible. Otros elementos más comunes, como vendas, cubrebocas o material quirúrgico, también ofrecen información sobre las prácticas médicas de la época. En conjunto permiten conocer el devenir del trabajo médico, sus preocupaciones y, en muchos casos, sus limitantes y retos.