El virus de la violencia
Los disturbios sociales ocurridos entre octubre y noviembre de 2005 en París, Francia, que tuvieron su origen en barrios marginales de aquella ciudad y cuyo detonante fue la muerte de dos jóvenes al ser perseguidos por la policía, han sido examinados a la luz de la ciencia. Investigadores de la Escuela Superior de Estudios en Ciencias Sociales, de la Universidad de Ciencias y Letras de París, aplicaron un modelo matemático que se emplea comúnmente para describir cómo ocurre la propagación de una enfermedad, conocido como “modelo susceptible-infectado-recuperado” o modelo SIR, y tras obtener los resultados, concluyeron que, en efecto, la ola de violencia que se propagó durante tres semanas en 800 municipios de la zona conurbada francesa fue escalando en una especie de ‘contagio’ de enfermedad infecciosa, en el cual la ubicación jugó un papel muy importante, pues con la proximidad geográfica de los amotinados, ya fueran vecinos, desconocidos o amigos, los ánimos para participar en diversos actos de violencia eran mayores. Aunque los participantes no salían de su propio barrio o zona, la actividad antisocial se ‘contagiaba’ a barrios aledaños –nuevamente, comportándose como una enfermedad–. El mismo modelo fue utilizado para estudiar motines raciales en Estados Unidos, y los resultados fueron similares. “El comportamiento humano no sólo depende de los atributos de los individuos, sino también de la fuerza de la relación que mantengan con otros individuos”, escriben en sus conclusiones. Ahora el reto será comprobar si este tipo de aproximaciones pudieran ser aplicadas para predecir comportamientos antisociales masivos en el futuro.
El estudio “Modelización epidemiológica de los disturbios de 2005 en Francia: una ola de propagación y el papel del contagio” puede ser consultado de manera gratuita en arXiv.org [http://bit.ly/2m2TEzf]