La versión de un teniente
Heriberto Frías (1870- 1925) fue probablemente el escritor que dejó la más vívida y cercana versión del levantamiento de Cruz Chávez, por medio de su novela autobiográfica Tomóchic. Nacido en Querétaro, Frías fue hijo de un militar retirado llamado Antonio Frías. En 1884, siendo Heriberto apenas un adolescente, su padre falleció, dejando a la madre de Heriberto y a sus hermanas en una precaria situación económica. Heriberto decidió matricularse en la Escuela Nacional Preparatoria. De salud endeble y con gusto por las letras, pagó sus estudios trabajando como voceador en las mañanas y estudiando de noche. Por desgracia, su esfuerzo no era suficiente, por lo que luego de una estancia en la cárcel de Belén, y con 17 años, decidió entrar al Colegio Militar. En 1889 se incorporó al ejército como subteniente en el 9º Batallón y el 3 de octubre partió con su compañía hacia el norte para combatir a los tomochitecos. Frías fue testigo privilegiado de toda la acción militar en el pueblo norteño, pues tomó parte de las acciones bélicas que se llevaron a cabo dentro del pueblo; muy especialmente, le dejaron marca indeleble la toma de la iglesia y la posterior ejecución de los últimos partidarios de Cruz Chávez.
Luego de terminada la campaña, el 9º Batallón se retiró a Chihuahua, donde Frías fue ascendido a teniente. Ahí comenzó a escribir sus vivencias, las cuales ofreció al periódico ElDemócrata . A través de su pluma, la gente se fue enterando de la versión viva y cruda de los hechos que ocurrieron en Tomóchic y que, por mucho, desmentían la versión difundida por el gobierno de Porfirio Díaz. A pesar de que publicaba de manera anónima, sus superiores sospecharon de él, por lo que, por orden presidencial, cerraron el periódico y arrestaron al joven autor. Frías estuvo a punto de ser fusilado por traición; sólo lo salvaron las astucias de su casera, una mujer de nombre Concepción Montejo, quien ocultó en un cesto de ropa sucia la carta con la que el editor de
ElDemócrata aceptaba publicar los textos enviados por el joven teniente, justo antes del cateo de los militares. Luego de cuatro meses de pesquisas, fue absuelto y dado de baja del ejército. Continuó su carrera como periodista y escritor hasta su muerte, ocurrida en 1925. Tomóchic, la novela que escribió como resultado de su experiencia bélica, es considerada una de las obras de realismo militar más importantes de la literatura latinoamericana y un documento histórico de primer orden para comprender una parte esencial de la historia de México.