¿Se puede contagiar la pereza?
Al parecer sí es posible. De acuerdo con un estudio encabezado por los investigadores Jean Daunizeau y Marie Devaine, del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de París, Francia, la pereza y la impaciencia se pueden contagiar porque las personas tienden a imitar inconscientemente los comportamientos que ven en otros individuos. Su estudio sugiere que una persona puede asumir rasgos que no forman parte de su comportamiento y adoptarlos para de este modo tratar de acercarse o parecerse un poco más a quienes la rodean. Esta actitud es un reflejo del entorno en el que el sujeto se desenvuelve, y lo hace de manera involuntaria.