OSEOGRAMAS
En 2014, el profesor de radiología Mark Griswold buscaba una nueva manera de enseñar anatomía. Manejar un cadáver en un laboratorio es caro y los restos ofrecen vistas limitadas del cuerpo. A la mitad de su búsqueda, lo invitaron a las instalaciones para pruebas secretas de Microsoft. Esperaba que le mostraran un visor de realidad virtual, una herramienta con potencial para la enseñanza. En su lugar, los técnicos lo equiparon con algo más innovador: un visor de realidad mixta llamado HoloLens, la primera computadora autónoma que le permite al usuario ver hologramas en sus alrededores.
Cuando Griswold se colocó el visor, fue transportado a una montaña en Marte; de pie junto a él estaba un científico de NASA. Platicaron e hicieron contacto visual, pero el científico era un holograma –una persona real transmitida desde otra habitación–, al igual que Marte, recreado con imágenes de un rover. “Supe de inmediato que mi mundo cambió ese día”, dice.
Griswold y sus colegas en la Universidad Case Western Reserve y la Clínica Cleveland se propusieron diseñar un programa para HoloLens que revolucionaría las lecciones de anatomía. El año pasado lanzaron HoloAnatomy, aplicación de demostración que puede transformar imágenes en modelos 3D del cuerpo humano, y que permite a los estudiantes explorar su forma y movimiento desde cualquier ángulo.
La realidad virtual sumerge a los usuarios en un mundo alternativo. El HoloLens es diferente. “Los objetos físicos y holográficos coexisten e interactúan en tiempo real”, explica Lorraine Bardeen, de Microsoft. En las aulas, esto significa que los estudiantes pueden comunicarse con los profesores, sus pares y un escenario holográfico durante la clase.
HoloLens ya se emplea en varios campos, desde la aviación hasta el diseño de modas. Los técnicos de elevadores lo usan para ubicar problemas y los arquitectos crean versiones holográficas de los planos para ayudar a conceptualizar los edificios. Una compañía de tecnología médica comenzó a usarlo para reinventar la sala de operaciones, de forma que algún día los estudiantes de medicina que aprendieron anatomía con hologramas podrán realizar una cirugía en una sala diseñada para HoloLens.
En 2019, la Universidad Case Western planea abrir un laboratorio de anatomía diseñado con ayuda del HoloLens y el uso de un plan de estudios desarrollado alrededor del dispositivo. “No veo una clase que no sea influenciada por la tecnología”, comenta Griswold.