Cambio de horizontes
Hace siglo y medio, cuando Maximiliano de Habsburgo mandó construir el Paseo de la Emperatriz ( hoy Paseo de la Reforma) enfrentó la oposición de ingenieros y arquitectos del ayuntamiento capitalino, que argumentaban que los terrenos desecados del lago de Texcoco no serían propicios ni fértiles para albergar un bulevar estilo europeo cargado de vegetación, como lo pedía el entonces emperador de México.
En los años recientes, el mismo suelo fangoso fue uno de los retos que la conjunción de la arquitectura europea (del Pritzker inglés Richard Rogers) y la mexicana (Ricardo y Víctor Legorreta) tuvieron que resolver para hacer posible la Torre Ejecutiva BBVA Bancomer, que con 234.85 m de altura albergará la nueva sede corporativa del banco de origen español y el más grande del país.
Cuando los 4,500 empleados tomen su turno para la comida, en el piso 12 del corporativo, estarán a la misma altura y compartirán la vista privilegiada de las más de 500 hectáreas de bosque y del Paseo de la Reforma que desde el castillo de Chapultepec tenían Maximiliano y Carlota.
Si el bulevar de Maximiliano cambió la identidad a la ciudad en épocas del Segundo Imperio Mexicano, Legorreta y Rogers buscan transformar el horizonte capitalino a través de una torre que no sólo se convierta en uno de los emblemas de la ciudad, sino que marque un nuevo horizonte, a través de conceptos que no son nuevos en el mundo, pero que podrían serlo para los estándares actuales de la edificación en México.
La construcción del nuevo rascacielos se da en un momento en el que la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) invertirá 18,000 millones de dólares en el país a lo largo del sexenio; la mitad de este monto llegará a la capital.
Prácticamente, desde el inicio de su construcción y hasta ahora, Obras ha seguido el desarrollo de la Torre Bancomer. La historia que usted podrá leer a través de estas páginas está dividida en pequeños capítulos que tienen su complemento en la página www.obrasweb.mx/torrebancomer, en donde pormenorizamos con decenas de fotos, videos, cifras y gráficos, los testimonios de los protagonistas del que será, no el rascacielos más alto de México, pero sí uno de los más significativos de inicios del siglo XXI.
De esta forma, el edificio, que deberá estar funcionando a finales de este año, marca la pauta en aspectos como crear una comunidad vertical; hacer del espacio un cambio de paradigmas para la vida laboral del banco; buscar un bajo impacto en el tráfico urbano, a través de salidas del edificio que vayan directo a las vialidades y mediante líneas de transporte que eliminarán hasta 500 viajes en auto; integrar la torre con las edificaciones circundantes a través de un parque lineal; novedosas tecnologías antisísmicas y estructurales, logística de construcción, y hasta su identificación con el papel picado y sus colores. Esperamos que lo disfrute.