Un gigante en jaque
El artista Francisco Toledo y organizaciones sociales denuncian conflicto de intereses en la construcción del Centro de Convenciones de Oaxaca.
El artista Francisco Toledo y organizaciones sociales denuncian conflicto de intereses en la construcción del Centro de Convenciones de Oaxaca.
La maqueta del Centro Cultural y de Convenciones de la Ciudad de Oaxaca (CCCCO) yace en el salón principal del Palacio de Gobierno del estado. El proyecto ‘roba’ una sonrisa a José Zorrilla de Sanmartín Diego, secretario de Turismo y Desarrollo Económico (Styde). Y no es para menos, es el día de la presentación del que a su juicio será uno de los detonantes turísticos del estado.
Pero la alegría de aquel 25 de noviembre de 2014 quedó atrás. Tan pronto anunció la construcción, a ubicarse en el Cerro del Fortín, salieron los opositores, quienes argumentaron la falta de viabilidad urbana, vial y medioambiental, además de los supuestos atentados contra la cultura y el beneficio directo que tendría el vecino hotel Victoria, propiedad de Zorrilla y el empresario Salvador Gerardo Audelo Holm.
Entre los inconformes están organizaciones sociales, habitantes y el artista plástico Francisco Toledo, uno de los referentes culturales de la región y ganador del Right Livelihood Award 2005, conocido como el Premio Nobel Alternativo.
Aunado al debate público, el 9 de marzo de este año vecinos de la colonia Guelaguetza llevaron su inconformidad a la mesa II A del Juzgado Primero de Distrito del Tribunal Superior de Justicia de la Federación, para frenar las diversas autorizaciones y/o permisos que los tres niveles de gobierno están obligados a dar para la construcción. El 28 de abril
de 2015 obtuvieron una suspensión de los trabajos de edificación, al recibir un amparo provisional (expediente 482/2015).
No obstante, el titular de la Styde ha hecho saber que confía en la ejecución del proyecto, localizado en terrenos colindantes con el auditorio Guelaguetza.
El espacio contará con planta de acceso, cinco salones multifuncionales de 150 m² cada uno y vestíbulo de acceso, entre otras áreas. La inversión requerirá aproximadamente de 590 millones de pesos (mdp) y será ejecutada por Trena, firma que obtuvo el contrato a través de una licitación pública.
Imán de turismo
El gobierno estatal ve la construcción como un impulso para la economía, pues el de las convenciones es uno de los polos con menor desarrollo en la región, indica el estudio Problemáticas del sector turismo de reuniones en Oaxaca, elaborado por la Styde en 2014. A esto hay que agregar que, en el país, sólo Tlaxcala, Colima, Nayarit y esta entidad carecen de un centro de convenciones.
Al año se registra un promedio de 3.5 reuniones y una afluencia de 4,900 personas, lo que supone una derrama de 49.93 mdp.
Sólo en el puente del 1 de mayo de 2015, la Secretaría de Turismo estimó una derrama de 96 mdp, casi el doble de lo generado en todo un año por las convenciones en Oaxaca.
Con este análisis, la Styde calculó que con el recinto se podría recibir entre 19 y 34 convenciones al año, lo que representa ingresos entre 271 y 485 mdp, respectivamente.
Pero los opositores valoran más la conservación del medioambiente y la cultura. La ubicación del inmueble es uno de los principales problemas, al estar en un lugar que fue centro de adoración prehispánico, de convivencia familiar en la Colonia y desde 1934 ha sido la sede del Auditorio Guelaguetza, una fiesta multicultural que cada año reúne a habitantes de las ocho regiones de Oaxaca.
“En la sociedad civil no nos oponemos a que la ciudad cuente con un recinto de este tipo, pero sí a que se realice en un espacio de reserva ecológica y en donde habitan cientos de personas”, cuestiona Francisco Toledo, artista que ha librado ‘batallas’ que van desde el rescate del Exconvento de Santo Domingo de Guzmán (1994), la modificación del proyecto del Distribuidor Vial de 5 Señores en la
590 mdp costaría el recinto y aumentaría de 3.5 a entre 19 y 34 el número
de reuniones al año
capital del estado (2012) y la suspensión de un permiso para abrir un Mcdonald’s en el Zócalo (2008), entre otras causas.
Gerardo Corres Tenorio, presidente del Colegio Libre Independiente de Arquitectos de Oaxaca, se une a la voz del artista y considera que el CCCCO es inviable y negligente: “Existe afectación al paisaje cultural urbano”, un concepto que la Organización de las Naciones Unidades para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce, además de que establece la protección de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, como lo es Oaxaca, y de su entorno.
Corres Tenorio dice que hasta el momento el gobierno estatal sólo ha presentado una maqueta, sin estudio de factibilidad ni permisos por parte del ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca, y añade que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) federal también tendría que dar su consentimiento, pues es necesario cambiar el derecho de vía sobre la carretera federal, además de modificarla, ya que el recinto ocuparía parte de su superficie.
“Se pretende concesionar la vía federal para poder techarla y construir sobre ella parte del complejo que acompaña al nuevo foro, pero la SCT no ha resuelto la petición”, explica José Márquez Pérez, presidente del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural de Oaxaca (Pro- Oax).
Obras solicitó una entrevista con Rafael Navarrete Quesada, director general del Centro SCT- Oaxaca, pero su equipo de prensa la rechazó debido a la veda electoral.
Falla geológica
Además hay un problema ecológico, pues la zona prevista es de amortiguamiento del parque estatal del Cerro del Fortín, “y si bien no invade el área, sí representa una afectación”. De acuerdo con el Atlas de Riesgo, en el lugar también hay fallas geológicas, alerta Corres Tenorio.
La Agrupación Colegiada de Profesionales del Desarrollo Urbano de Oaxaca, a la que también pertenece el arquitecto, propuso seis espacios alternativos. Considera que el más viable es donde hoy se encuentra el teatro Álvaro Carrillo, las oficinas desocupadas de la televisora estatal y un predio que ha funcionado como centro de convenciones, en el poniente, a las faldas del Fortín.
Por otro lado, la construcción del inmueble en una zona de difícil acceso traerá graves daños en cuanto a movilidad urbana e impacto ecológico, insiste Márquez Pérez.
Odilia Sánchez Galicia, una de las impulsoras del amparo en contra y portavoz de los colonos de la Guelaguetza, lamenta el desinterés de la Styde de conservar la zona de reserva ecológica, protegida también por la ciudad hermana de Palo Alto, California.
“Nuestra oposición es por la destrucción de un área protegida y el conflicto de interés del secretario de Turismo”, indica.