Arquitectura para el aprendizaje
Singapur dice adiós a las aulas cuadradas; la Universidad de Nanyang quiere propiciar el encuentro y la creatividad.
En Singapur, la Universidad de Nanyang dice adiós a la construcción de aulas cuadradas.
La Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU, por sus siglas en inglés) escala con gran velocidad el ranking Top 100, elaborado por Quacquarelli Symonds (QS), líder en educación superior que califica a los centros universitarios globales desde 1990. Según ese listado, la institución, fundada en 1991 y ubicada en Singapur, pasó del lugar 74, en 2011, al 39, en 2014.
QS también la sitúa como número uno entre las universidades con menos de medio siglo. El trayecto de la NTU no alcanza ni 15 años, pero la innovación ha sido una de sus apuestas, tanto que la institución ya ha dado paso al rediseño de su infraestructura con miras a establecer modelos de aprendizaje alternos y creativos.
Uno de los primeros edificios construidos bajo ese nuevo concepto es el Learning Hub o Centro de Aprendizaje, que comparte su filosofía con las empresas start-up: fomentar la comunicación y la creatividad entre alumnos. Para lograrlo, la universidad consideró a la arquitectura como un aliado indispensable.
“En lugar de optar por un formato tradicional de aulas cuadradas y pasillos, la universidad pidió diseñar un concepto que se adaptara a un método de aprendizaje más vanguardista”, revela a Obras Ole Smith, arquitecto de Heatherwick Studio, encargado de liderar el proyecto. Situado al sur del campus, la nueva construcción es un nexo entre las facultades y puede ser empleado por cualquiera de los 33,000 estudiantes inscritos.
“De forma deliberada se diferencia de los demás edificios y crea una imagen que lo define”, dice Tao Shao Yen, director de CPG Consultants, despacho local que trabajó con Heatherwick. Para hacer realidad el concepto de unión fueron diseñadas 12 torres
535 mdd costará a la NTU la reinvención de su campus
dispuestas alrededor de un atrio central, cada una con 56 aulas redondas y sin esquinas ni columnas que impidan la visibilidad desde cualquier ángulo.
Un monitor de 40 pulgadas preside las salas y las mesas, también son redondas, que pueden ser compartidas hasta por seis estudiantes de diversas disciplinas. En esas mesas, que pueden emplearse como pizarras, los estudiantes conectan sus computadoras o tabletas que ya contienen la lección o los apuntes con los que van a trabajar.
“La función del profesor se convierte en la de facilitador”, expone Smith. “La idea es que los alumnos resuelvan sus dudas entre ellos, y fomentar la creatividad y el trabajo en equipo tan demandado en la era de la revolución digital”, continúa. 1. Sus 12 torres de ocho plantas alcanzan
38.3 m, y cada una tiene 56 aulas redondas.
2. Hay un atrio central que une las 12 torres.
3. Las aulas no tienen esquinas ni pilares.
4. Hay 14 entradas que facilitan el acceso.
5. Las fachadas son de placas curvas de
concreto con apariencia corrugada.
Las estrictas normativas medioambientales locales determinaron el diseño y la disposición de las torres. Su estética exterior no tiene ninguna influencia particular, destaca Smith, quien afirma que la distribución de las torres alrededor de un atrio central cumple una función medioambiental, ya que los balcones, pasillos internos y la falta de techo crean corrientes de aire que permiten ventilar el inmueble de forma natural.
“Si el edificio estuviera dispuesto en un solo bloque, esto no sería posible”, explica el arquitecto. El concepto surgió en los primeros bocetos y apenas se modificó, aclara. Rechaza calificar el diseño como “asiático” en términos estéticos.
“Durante la fase de desarrollo tuvimos que realizar pequeño cambios que se ajustaran a los requisitos impuestos por la regulación local”, revela Vivien Leong, arquitecta de CPG Consultants y encargada del seguimiento del proyecto. Cita un ejemplo: “En Singapur, el código de incendios es muy severo, pero en vez de tomarlo como una imposición decidimos emplear soluciones imaginativas que dieron forma a las escaleras. Lo mismo podemos decir sobre la elección de los materiales”, añade.
Para Tan Shao Yen, la arquitectura del siglo XXI debe facilitar la consecución de modelos como el que quiere implementar NTU: “Hoy el aprendizaje tiende a ser más personalizado y puede realizarse de diferentes maneras, horarios o lugares”.
Los retos de la estructura
Además de un novedoso modelo educativo, el Centro de Aprendizaje presenta innovaciones a nivel estructural.
Según el despacho de ingenieros locales T.Y. Lin, la forma decreciente y asimétrica de las torres requirió una serie de columnas que se abren hacia el exterior a medida que ascienden. “Los tabiques que forman las escaleras y los ascensores facilitan la estabilidad lateral sin comprometer
“El diseño arquitectónico
debe crear los entornos
adecuados que estimulen
a los alumnos a dar
lo mejor de sí mismos”:
— Arq. Tao Shao Yen
la estructura”, explica Serena Yap, directora de ingeniería civil y estructural de la firma. Las 61 columnas llegan a inclinarse hasta 30º, creando una curvatura que forma parte de la identidad del edificio.
Esto requirió de un exhaustivo análisis antes y durante el proceso de construcción. “Generamos una serie de datos obtenidos a partir del Modelado de Información de Construcción (BIM, por sus siglas en inglés) para controlar la coordinación de cada una de las columnas”, explica Yap.
Para ella, este no es “un edificio normal”; cada planta incrementa su tamaño a medida que se asciende, “por lo que tuvimos que refinar estos datos a partir del input que nos dio el contratista durante la fase de construcción”.
Para la rigidez y la estabilidad de la construcción en cada planta fue colocado un sistema de losa plana que actúa como diafragma horizontal y que vincula las columnas verticales. “La carga lateral se dispuso de tal manera que la rigidez de todo el edificio se distribuye de forma equitativa”, revela Yap. “De esa manera, la inclinación no soporta cargas extras y no compromete su constructividad”.
En su cara exterior las torres cuentan con una textura ondulante lograda a partir de trece paneles prefabricados hechos de forma artesanal, una de las ventajas en Asia, en comparación con Europa, donde cada vez es más difícil y costoso encontrar quiénes realicen trabajo a mano, según Ole Smith. Los paneles externos son de tres tonalidades y forman las bandas horizontales que dan personalidad a las torres.
Otro elemento diferenciador es el concreto pigmentado encontrado en los ele- mentos que apoyan estructuralmente el edificio: las escaleras y los ascensores. La universidad encargó a la ilustradora Sara Fanelli el diseño de 700 motivos en 3D que reproducen elementos de varias disciplinas académicas, además de referencias naturales y culturales del país.
“Estas ilustraciones ocupan 12x4 m y antes de insertarse en el edificio realizamos una modelación en 3D y una reproducción en acero que fue manufacturada en Malasia”, explica Smith.
Ese detallismo no es baladí, ya que en Singapur jamás se había utilizado este tipo de concreto en un elemento estructural. A diferencia del concreto estándar, el usado en el Centro de Aprendizaje contiene más óxido de hierro en polvo.
“Realizamos varias pruebas para dar con la mezcla exacta que posibilitara la formación de partículas de un tamaño específico que genera la pigmentación”, revela Yap. “Ese tipo de concreto jamás se ha utilizado en el país, así que contamos
En lugar del modelo
tradicional de aulas cuadradas, la universidad optó por un diseño vanguardista que apuesta por lo redondo.
con el asesoramiento de especialistas y proveedores. En el proceso descubrimos que a pesar de que el óxido de hierro en polvo no tiene reacción con otros elementos de la mezcla, sí incide en el tamaño de las partículas”.
Desafiar al tiempo
El concreto es el material sustentable por antonomasia, ya que no requiere de transporte y consiste en una mezcla de arena, cemento y agregados, que en este caso fueron reciclados. Tiene otra ventaja: su aspecto apenas cambiará en los próximos 100 años. Habrá que limpiar la fachada de vez en cuando, pero la idea es que oscurezca con el paso de los años, “del color dorado actual a un marrón más oscuro”, detalla el arquitecto Ole Smith.
“Se diseñó con ese propósito”, agrega Vivien Leong. “Los tabiques pigmentados y las columnas son de concreto, para las barandillas y las mallas de los balcones, las escaleras y los ascensores fue usado bronce fosforoso. Ambos materiales envejecerán de forma natural y no requieren de cuidados especiales; su propósito es contar la historia del edificio”, expone.
La ausencia de revestimientos reduce el riesgo de accidentes. “La fachada, los servicios… todo está expuesto, lo que redunda en la idea de un mantenimiento mínimo”, incide Leong. “Además, el con- creto ofrece la suficiente robustez para un clima húmedo como el de Singapur”, agrega.
Obligación
A pesar de contar con 716.1 km² y 7,680.77 habitantes por kilómetro cuadrado, Singapur es el tercer país con mayor densidad poblacional, después de Macao y Mónaco, según de Index Mundi. Eso ha derivado en políticas ambientales de obligado cumplimiento.
Tan Shao Yen explica que el gobierno lanzó el programa ‘Building and Construction Authority Green Mark Scheme’ en 2005, para calificar a los nuevos edificios según cinco categorías: eficiencia energética e hídrica, protección medioambiental, calidad medioambiental interior e innovaciones sustentables.
El Centro de Aprendizaje obtuvo la calificación platino, la más alta a la que puede optar un edificio.
El concepto de sustentabilidad surgió “a partir del objetivo de lograr una ventilación natural pasiva para todo el edificio”, relata Ole Smith.
El arquitecto agrega que “los balcones interiores, los pasillos y las torres permiten la creación de corrientes de aire naturales”. Además ese sistema logra reducir el costo estructural y la contaminación acústica, y adecua las altas temperaturas exteriores, lo que significa una reducción de 612,946 kwh.
túneles propician corrientes de aire que aminoran las altas temperaturas de
forma natural