Cumbre de redefinición
Se comprometen a una agenda urbana que combata la pobreza, inequidad y los daños causados por el cambio climático, asentamientos informales y la corrupción.
ORIGEN Y DESTINO ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? son las preguntas que se debatieron para enfrentar los problemas de urbanización durante la Cumbre Hábitat III, de Quito, Ecuador.
La respuesta –dijeron algunos asistentes– está en la creación de políticas públicas encaminadas a la inclusión o la participación ciudadana y en el empoderamiento de la sociedad.
Entre los retos que analizaron los participantes sobresalieron el tema de la vivienda como derecho humano, el uso de energías renovables, la movilidad, los efectos del cambio climático, la sustentabilidad, la equidad y la participación ciudadana, entre otras.
El tema del financiamiento fue uno de los aspectos que –de acuerdo con varios expositores– se deben abordar, pero desde una perspectiva de inversiones y no con fines políticos.
Augusto Barrera, ex alcalde de Quito, afirmó que se debe poner atención en el financiamiento de la vivienda, pues ha servido en muchos casos para beneficiar a unos cuantos y para darle más ganancias a los desarrolladores.
“La vivienda es cada vez más un instrumento de financiamientos. Se debe romper la lógica de que sea un mecanismo del sistema financiero”, comentó.
Por su parte, la embajadora de Hábitat III de Estados Unidos, Nancy Stetson, señaló que las ciudades dan grandes beneficios económicos, pero que la expansión no planificada se traduce en pobreza y hambruna, por lo que se debe priorizar la gobernanza municipal para poder inspirar confianza y atraer inversiones.
“[Se debe] blindar la infraestructura, que es esencial para promover crecimiento económico. En la mayoría de los países no hay suficientes recursos y las Naciones Unidas necesitan invertir millones de dólares, por ello los gobiernos necesitan encontrar fuentes de ingresos: públicas y privadas”, sostuvo.