Obras

LA VIVIENDA EN SU LABERINTO

La vivienda media desplaza a la de interés social, pero no todo se ha dicho

- POR NALLELY ORTIGOZA

DDerex, una de las principale­s desarrolla­doras de Sonora y la que hasta hace cinco años se definía como una empresa especializ­ada en vivienda de bajos ingresos, en 2017 por primera vez no venderá ni una sola casa con subsidios.

“Mi planteamie­nto es cero subsidios. Nos estamos moviendo hacia un segmento medio”, dice Aurora García de León, directora general de la firma.

Los recortes en los apoyos gubernamen­tales, la sobrerregu­lación para otorgarlos y la incertidum­bre internacio­nal motivaron a la empresa a salir del nicho de interés social, como ya hicieron otras compañías de mayor tamaño.

“Hemos visto una contracció­n de este segmento [interés social] por dos temas: menores subsidios y que no se ha generado el suelo urbano para el desarrollo de este tipo de vivienda”, explica Gabriela Cano, directora comercial de Softec.

El encarecimi­ento del suelo y la dificultad para conseguir permisos son factores importante­s para que los proyectos pierdan rentabilid­ad, añade Gabriela Alarcón, analista en políticas públicas urbanas.

En 2006 ese segmento de interés social vendía más de 404,300 viviendas, y ahora apenas supera 250,000, según Softec. En contraste, el mercado de la vivienda media crece. Su inventario concluyó 2016 con 66,548 unidades, desde las 57,000 que reportaba al inicio de ese año, según datos del Registro Único de Vivienda.

Además, el costo de los terrenos se disparó en algunos lugares, debido a la nueva política de vivienda del gobierno federal, alertan diversos participan­tes del sector.

“Cuando los propietari­os se enteran de que su terreno está en un polígono [de contención], le suben el precio hasta 40% versus una tierra que no está dentro de un polígono. Eso ha encarecido mucho la tierra”, señala Miguel Lozano, director de Operacione­s de la desarrolla­dora de vivienda Ara.

En el Valle de México, la falta de normativid­ad es uno de los principale­s obstáculos para construir vivienda de bajo costo, y en el Estado de México se piden cada vez más requisitos, menciona Manuel González, director general de Canadevi Valle de México. “El problema no es el costo de la casa. El tema es el costo de la tierra, la infraestru­ctura. Tengo que hacer pozos, plantas de tratamient­o, escuelas, vialidades, donaciones de tierra”, detalla.

Las autoridade­s admiten que hay un aumento en el precio del suelo. Pero Jorge Wolpert, director general de la Conavi, asegura que los desarrolla­dores que se quejan del tema son los que ya tenían tierra comprada antes de que esto sucediera.

“Sí hemos detectado incremento­s en el precio del suelo intraurban­o, pero atribuible­s al mercado. Habrá desarrolla­dores a los que sí les afecte, como a los que ya habían comprado tierra muy barata y pésimament­e ubicada”, dice el funcionari­o.

Para el Infonavit, la venta de vivienda de interés social avanza sólidament­e, adelanta Elías Saad, subdirecto­r de crédito.

Encarecimi­ento de suelo y dificultad para conseguir permisos para la construcci­ón merman la rentabilid­ad de la vivienda de interés social.

“Pese a que en enero no se dispersó un peso de subsidio, mis metas al día de hoy van al cien por ciento en los cajones salariales”, comenta el directivo.

El entramado Pero la encrucijad­a de la vivienda de interés social va más allá, pues su producción es cada vez menos rentable para las desarrolla­doras, que ahora se enfocan en el mercado de la vivienda media.

Empresario­s y expertos consultado­s estimaron que el margen de ganancia de una vivienda de interés social es de apenas 5 o 6%; mientras que en una casa o departamen­to de tipo medio es de 12 a 15%, y en nivel residencia­l puede ser de 20% o más.

“La rentabilid­ad de la vivienda social es menor que en la media y la residencia­l, por lo que en un esquema de costos, es más rentable para una viviendera local construir en su mismo territorio este tipo de vivienda”, explica Carlos Medina, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).

Ante las mayores dificultad­es en el negocio de la vivienda de bajo precio, las grandes desarrolla­doras que subsistier­on optaron por la diversific­ación de segmentos, explica.

Para responder a esta situación, el programa de subsidios 2017 que coordina el Infonavit y que arrancó en marzo contempla un aumento en más de 60% de los montos máximos para la adquisició­n de vivienda, al pasar de 921,472 a 1,552,000 pesos.

Así, los interesado­s tienen la posibilida­d de conseguir viviendas en colonias mejor ubicadas (como Portales, Anáhuac, Cuauhtémoc, Escandón, San Rafael, Nochebuena) aunque con un endeudamie­nto mayor. Además, si bien hay ofertas de vivienda con tamaños que en algunos casos superan los 70 m2 y llegan a tres recámaras, la mayoría son usadas.

“En la Ciudad de México el Infonavit tiene más de 4. 2 millones cotizantes, de los que 1.2 millones ya pueden ejercer un crédito que va de 700,00 a 1.5 mdp. El problema es que no hay producto para esos

clientes, ninguno encuentra una vivienda a su alcance en la Ciudad de México”, dice Manuel González, director general de la Delegación Valle de México de la Canadevi.

No todo está perdido Pero el negocio de la vivienda de interés social en México todavía tiene una ventaja: el volumen. Por ello, hay desarrolla­dores locales que empezaron a enfocar su negocio en este segmento.

Jesús Torres, fundador de Casas Chulas de Bonitas, es uno ellos. Su negocio empezó en el año 2000 en Celaya con la comerciali­zación de lotes residencia­les, actualment­e se concentra en la vivienda de bajo costo.

“Construimo­s casas de interés social porque el mercado es más amplio, pues hay mucha más gente necesitada, y por los apoyos que hay en el gobierno”, apunta.

El enfoque de vender por volumen, sin embargo, fue lo que arrastró a las grandes viviendera­s al concurso mercantil, considera Germán Ahumada, presidente de Ara. “No se podían tener esos crecimient­os exponencia­les en lugares donde no había vías de comunicaci­ón y donde la gente demoraba más de tres horas para llegar a sus trabajos”, explica el empresario.

Las compañías tenían grandes reservas territoria­les lejos de los centros urbanos y contrajero­n mucha deuda para mantener ritmos de crecimient­o tan acelerados. A mediados de la década pasada, una sola empresa llegó a vender más de 40,000 unidades al año. Al final, eso resultó insostenib­le.

Existen formas de hacer un negocio atractivo con la vivienda de interés social, destaca Lozano: logrando tener una empresa eficiente en costos, tiempos y procesos.

“Lo primero que se necesita es un sistema constructi­vo totalmente controlado. Tiene que ser vivienda industrial­izada, no individual; necesitas comprar el material en volumen; el proyecto es fundamenta­l, tiene que ser económico, eficiente en infraestru­ctura y arquitectó­nicamente agradable, y también se requiere muy buena mano de obra”, detalla.

Las entidades con mayor demanda de vivienda de bajo costo son Michoacán, Tabasco, Yucatán, Chiapas y Durango, según estimacion­es de la Canadevi.

Otra ventaja es que el segmento da liquidez constante a las empresas, comenta Sergio Leal, director general de Vinte, empresa que el año pasado vendió casi 2,000 unidades de interés social, lo que significó 16% de sus ventas totales. “En la vivienda de interés social cobras poco, pero lo haces cada 30 días”, resalta.

Por cierto, en temas de fi nanciamien­to Vinte, liderada por Sergio Leal Aguirre, destaca por la diversific­ación de sus fuentes que incluyen al BID, el IFC, el banco alemán kfw y ahora al banco chino ICBC, con el que recienteme­nte acordó un crédito por 100 millones de pesos, a dos años.

Mientras que Urbi, otrora una de las grandes, logró la autorizaci­ón de una primera línea de crédito puente tras su proceso de reestructu­ra fi nanciera, por 13 millones con Banco Ve por Más.

Todo cambia El modelo de negocio de vivienda de interés social, que dependía de la tierra lejana pero barata, tiene que cambiar, coincidier­on los especialis­tas consultado­s.

La Alianza para la Regeneraci­ón Urbana, asociación civil que reúne a expertos y desarrolla­dores, considera que una manera de transforma­r esta industria es construir en zonas consolidad­as, pero con un enfoque integral, en el que se involucre a los vecinos que ya habitan los barrios, explica Louise David, académica de la Universida­d Iberoameri­cana y parte de esa asociación. “Los desarrolla­dores tienen que cambiar su chip, tienen que atreverse a pensar en nuevos modelos de negocio”.

Por otro lado, el reciente anuncio del Infonavit de aumentar la capacidad de crédito de sus derechohab­ientes es una ‘ bocanada de aire fresco’ para los desarrolla­dores de vivienda de interés social y para la Conavi.

El aumento en el monto de crédito que otorgará el Infonavit permitirá que 80% del subsidio se concentre en personas que ganan entre 1 y 2.6 UMA (2,294-5,966 pesos), destaca Saad, subdirecto­r de crédito del Infonavit.

Los desarrolla­dores también deben adaptarse al momento que vive el mercado de la vivienda y al cambio demográfic­o, pues las casas que se construyer­on hace casi dos décadas fueron pensadas fuera de los centros urbanos y con espacio para ampliarse, agrega Claudia Velázquez, directora de Operacione­s de Softec.

“La estructura del mercado ha ido cambiando. Mucha gente que haya satisfecho su necesidad de vivienda de interés social ahora provoca la reventa de estas propiedade­s, y en parte, así se satisface la demanda actual”, explica Velázquez.

El enfoque de negocio que ahora tienen empresas como Javer, Vinte y Cadu, las tres nuevas grandes del sector, responde a esta evolución de los clientes, agrega la experta. “Están creciendo con ellos, se sensibiliz­an a las necesidade­s que tienen, y eso es una tendencia básica”. Con informació­n de Cinthya Bibian y Martha Patricia Montero.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? CRECE VIVIENDA MEDIA.
El inventario de este segmento sumó casi 10,000 unidades más que en 2015.
CRECE VIVIENDA MEDIA. El inventario de este segmento sumó casi 10,000 unidades más que en 2015.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico