Al rescate de la ciudad
Modificar el estilo de vida de las grandes urbes reduciría el impacto climático en 15 años, el ¡ngeniero Peter Head asume el reto.
Crear una plataforma digital abierta al público, con la fi nalidad de allegarse de los distintos puntos de vista en torno a la realización de algún proyecto urbano, para hacer de su planeación una práctica integral que tiene en cuenta a la ciudadanía, es una tarea que mantiene ocupado en estos días al ingeniero inglés Peter Head.
Reconocido en el ámbito mundial por promover el uso del acero, el concreto y materiales compuestos en la construcción, sus diseños y buenas prácticas están plasmadas en obras como el puente Second Severn Crossing, en Reino Unido, el Kap Shui Mun, en Hong Kong, o los metros de Singapur, Copenhague, Londres, Bangkok y Hong Kong.
En entrevista con Obras, el ingeniero compartió su visión en torno a los procesos actuales de urbanización y la meta que persigue, quizá una utopía, pero que gracias a las nuevas tecnología podría dejar de serlo para dar paso a la realidad: cambiar la vida en las ciudades para 2030.
“El plan es ridículamente ambicioso”, expresa Peter Head en el intento por explicar la magnitud del desarrollo de esa plataforma de participación abierta para diseñar las ciudades y sus componentes.
“Generalmente, las carreteras, los metros y los sistemas de agua, energía y sanidad se planean aparte, no están agrupados. Así que desarrollamos la plataforma Road Map 2030, y todavía estamos probándola”, expresa el ingeniero.
Básicamente, estamos creando una especie de plataforma abierta al público que permita realizar planeaciones de forma integral y holística. “Y cuando empiece ese proceso, a fi nales de 2018, esperamos haber programado ya una región demostrativa por cada uno de los 200 países que se comprometieron con las metas globales, y eso incluye a México”, explica.
El objetivo es “que cualquiera pueda descargarlo en la web y añadir sus propios datos e información, para que así todo esté integrado”. Y la perspectiva es poder tener lista la plataforma en dos años.
Una historia detrás
Peter Head empezó a interesarse por el desarrollo sostenible en la década de los noventa, cuando el tema todavía no estaba de moda. En ese tiempo trabajaba como ingeniero en la construcción de puentes de gran escala y se dio cuenta de que sus proyectos tenían un impacto mucho mayor al que se pensaba.
Incluso Head descubrió que “lo importante era la conectividad, la capacidad de transformar comunidades, de unirlas y que fuera posible vivir de un lado del puente y trabajar en el otro”, dice.
En esos tiempos también se hizo más consciente de las implicaciones ambientales de la construcción y comenzó a hablar sobre los límites de crecimiento y la necesidad de utilizar los materiales de otra manera.
El interés de Peter Head ha sido tal que, incluso, creo The Ecological Sequestration Fund, una fundación que reúne a economistas, fi nancieros, ingenieros y especialistas de otras áreas.
Es justo con la fundación con la que planea expandir Road Map al resto de los países. La idea es cubrir 70% de las áreas urbanas y las ciudades del mundo para 2030, año en que la ONU estableció el ‘corte de caja’ para las metas de desarrollo sostenible.
Peter Head planea tener presencia con su plataforma en 7,000 regiones, para lo que se destinarían 3 trillones de dólares al año en inversiones que buscarían hacer que las ciudades sean inclusivas, resilientes y sustentables. En esta conversación expone las directrices para lograrlo.
La densificación se plantea como algo inevitable, ¿qué modelo es el mejor para optimizar los recursos?
Pienso que es algo que se debe desarrollar de forma local, no se puede copiar de otras ciudades. La gente debe tener las herramientas para poder generar sus propias soluciones.
Hay muchos aspectos que se deben tener en cuenta, como que la gente de bajos recursos tenga acceso a buenos alimentos, a educación, a empleos. Y eso es muy difícil de conseguir si se expulsa a los más vulnerables a las afueras de la ciudad porque no tienen el dinero para vivir en medio. Se crea un problema muy grande y, por eso, la densificación es algo bueno, mientras se traduzca en viviendas accesibles.
¿Cómo puede contribuir la construcción al desarrollo sostenible?
La infraestructura es fundamental para garantizar la movilidad, permitir que las poblaciones tengan acceso a agua, comida, energía… a que haya un manejo adecuado de los desechos.
Uno de los temas que discutimos durante mi estancia en México fue que en la ciudad hay mucha tierra no cultivada y que podría ayudar a cerrar el ciclo entre nutrientes y desechos humanos. Además, generarías empleo y serías más resiliente a largo plazo; ya no dependerías tanto de las cadenas de suministro fuera de la ciudad.
El problema es que, en el pasado, no siempre construíamos pensando en favorecer al ser humano y al medio ambiente; nuestras soluciones no eran las correctas.
Ahora nos damos cuenta de que las autopistas en las ciudades son muy perjudiciales; de hecho, muchas metrópolis las están quitando. Cuantas más carreteras construyas, más congestión habrá porque si están ahí los autos las llenan. Existen casos que han demostrado que si las eliminas, el tráfico desaparece; pues la gente busca alternativas.
La idea de invertir en transporte público es muy profunda e importante. Se trata de escoger la infraestructura adecuada.
Pensando en sostenibilidad, ¿es válido seguir construyendo edificios enormes y extravagantes en lugar de apostar por la funcionalidad?
Tenemos que diseñar ambientes que contribuyan al bienestar de los seres humanos. En parte los íconos cumplen esa función, porque la gente se siente orgullosa de ellos y se emociona de tenerlos en su ciudad. Hay unos que están muy bien diseñados y podrían ser la versión moderna de los edificios históricos que han enriquecido a sus ciudades a lo largo de la historia
Pero eso no es fácil de lograr. Muchas veces las construcciones icónicas aterrizan en las calles de forma agresiva y fuera de lugar, en vez de involucrar a la comunidad o generar un sentido de pertenencia.
Una vez escribí un informe sobre si los edificios altos eran más sustentables que los bajos. Hay argumentos a favor, por los materiales, la energía y el poco espacio que ocupan. Así que no es evidente que las construcciones altas sean perjudiciales.
Todo depende: si hay un inmueble imponente con buen transporte público debajo para que las personas ingresen de manera directa, entonces es muy bueno y no generará tráfico. Pero si no cuenta con esa facilidad puede ser problemático. Los edificios deben estar integrados en la planeación de la ciudad.
“Tenemos que diseñar ambientes que contribuyan al bienestar de los seres humanos. Los íconos cumplen esa función en parte, pero no es fácil de lograr”. Peter Head