Efecto sifón
Este sistema almacena el agua de la regadera mientras se calienta, y ahorra 20 litros por baño.
Más de 30% del desperdicio de agua de uso doméstico corresponde a actividades de higiene personal, que en solo cinco minutos pueden consumir 90 litros, estima el Centro Virtual de Información del Agua.
Ante una preocupación ecológica, la constructora Grand Living instaló el sistema ahorrador de agua para la regadera Chelsen en un desarrollo residencial. “Es funcional y práctico porque no requiere instalación especial y evita el desperdicio de agua”, refiere Estefanía Madrigal, gerente de Compras de Grand Living.
“Es un tanque que parece una pecera a simple vista, pero almacena los primeros 20 litros que salen antes de que se caliente el agua”, explica José Smeke, CEO de Chelsen, empresa certificada en sistemas ahorradores de agua.
La solución se adosa a la pared y la válvula se conecta a la salida de agua. Además, su acabado de plástico termosensible cambia de color cuando el agua alcanza la temperatura ideal para bañarse.
José Smeke señala que existen otras soluciones en el mercado que también reducen el consumo hídrico, pero gastan energía eléctrica para lograrlo.
El desafío de no incurrir en otro gasto para ahorrar agua fue resuelto a través de un efecto sifón o de vasos comunicantes.
Al año en una vivienda en la que habitan cuatro personas es posible ahorrar 7,000 millones de litros, equivalentes a 2,800 albercas olímpicas, cita un estudio realizado por Chelsen.
Esta solución formó parte del catálogo de ecotecnias de Hipoteca Verde del Infonavit.