Plástico con beneficios
Las tarjetas de crédito empresariales permiten adquirir servicios y productos con un plazo de pago de hasta 50 días, pero hay que entender cómo aprovecharlo.
¿Quieres bajar tu carga fiscal? Los gastos para la operación de tu empresa —compra de materiales, maquinaria, gasolina o viáticos— pueden ser deducibles de impuestos, pero solo si los pagas con tarjeta de crédito, débito o transferencia electrónica.
Además, tiene otra ventaja: una tarjeta de crédito empresarial permite adquirir servicios o productos necesarios en el momento y pagarlos 20, 30 o 40 días después, explica Pedro Gutiérrez, catedrático de la Escuela Bancaria y Comercial, campus Chiapas.
Si una compañía ya cuenta con un crédito empresarial bancario, es probable que la misma institución le ofrezca este producto. Antes de aceptar, es necesario saber su Costo Anual Total (CAT), el de la anualidad y si incluye algún programa de puntos que permita tener descuentos en establecimientos proveedores. La línea de crédito de la tarjeta principal es designada por el banco, pero se puede decidir el límite en cada plástico adicional.
Uno de sus riesgos es darles un mal uso. El banco emite las tarjetas con el nombre de la compañía y el de la persona que la usará. “Para mantener el control de los gastos que se hagan a través del plástico, será necesario pedir facturas electrónicas y delegar a una persona a nivel administrativo para que le dé seguimiento a estos gastos”, sugiere Carlos Bautista, profesor de la Facultad de Negocios en la Universidad La Salle.
Los especialistas sugieren que, si se trata de una pyme, solo cuente con dos o tres tarjetas, ya que los bancos suelen reducir intereses o eliminar comisiones anuales cuantos más plásticos tenga la empresa.
Las nóminas no se pueden pagar con la tarjeta: si la organización no tenía dinero para este rubro, es probable que llegada la fecha de liquidación de la deuda tampoco cuente con los recursos y termine debiendo intereses. “La empresa debe utilizar la tarjeta para cosas que realmente necesite y no como una extensión de dinero extra”, dice Gutiérrez.
En el primer trimestre del año, el Banco de México elevó su tasa de referencia de 6.25 a 6.5%, por lo que no es buen momento para que una empresa se endeude.