Hacia el exterior
Una cubierta vincula varias habitaciones para favorecer la convivencia en esta casa.
Una envolvente de madera de pino, vidrio y acero funge como elemento integrador entre el interior y el exterior de una residencia ubicada en el corazón de la colonia Del Valle, en la Ciudad de México.
El jardín es el lugar favorito de los propietarios de la casa, quienes querían convertirlo en un espacio multifuncional sin necesidad de entrar y salir del inmueble. El proyecto fue ejecutado por el despacho Dosa Studio, el cual realizó un análisis de incidencia solar previo al diseño.
“No queríamos que el asoleamiento interfiriera con las actividades de este espacio, por ello decidimos incluir un peralte de 20 centímetros”, detalla Raúl Medina, socio fundador del despacho.
En atención a la premisa de Javier Senosiain, autor del libro Bioarquitectura. En busca de un espacio, de que “el orden genera libertad creativa”, Me- dina creó una cubierta de tres marcos que delimitan cada una de las zonas del espacio: sala de estar, cocina-comedor, todo en relación con el jardín.
Estos encuadres forman una rejilla de madera con uniones de acero color negro y una modulación que guarda una proporción de 2 a 1 en relación con el piso de mármol martelinado.
La iluminación fue generada mediante una instalación aparente con focos ahorradores y controlados vía dimmer para poder generar distintos ambientes; al ser luz indirecta refleja los elementos de la cubierta y contribuye a la delimitación de las áreas.
Durante seis semanas se desarrolló la colocación de la estructura basada en perfiles estructurales CPS como principal apoyo, así como el entramado de madera, que fue obtenida en un aserradero del Estado de México para limitar el impacto ambiental de la obra.