Los retos
Según los expertos consultados, existen al menos cuatro retos para que la vivienda de interés social represente un negocio rentable para las desarrolladoras y responda a la demanda existente.
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Se requiere un ‘gran orquestador’ por parte del gobierno federal, con acceso a suelo bien ubicado y con los permisos necesarios, con el fin de crear bancos de tierra para subastar o concursar los terrenos. “Hasta ahora, la participación del gobierno se ha limitado al financiamiento, pero tiene que evolucionar hacia un orquestador para acceder a suelo bien ubicado”, recomienda Gabriela Alarcón.
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Innovar en el financiamiento. No basta con créditos para la compra, también se requieren préstamos para autoconstrucción, para vivienda progresiva y estímulos para rentar. Wolpert, director de la Conavi, enfatiza la importancia de desarrollar productos financieros para las personas que no pueden acceder a créditos de Infonavit o de Fovissste.
2
Es necesario eficientar la cadena de valor de la industria. Esto incluye la compra de tierra, mejorar la planeación y los permisos de municipios, vigilar la proveeduría —pues hay materiales que se encarecieron muy por encima de la inflación— y aprobar una regulación óptima en Infonavit y Fovissste.
4
Del lado de los constructores, se deben explorar diferentes opciones para mantener el costo de las obras y que sean viables para los clientes. Por ejemplo, hay que recurrir más a la densificación —construcción vertical cada vez más alta— y mejorar los proyectos, mezclando usos de suelo para que sean más rentables, mediante la inclusión de áreas comerciales, entre otras cosas.