Obras

BUENA CARA ANTE LA ADVERSIDAD

Superado el temor por Trump, el sector de la construcci­ón enfrenta nuevos retos, tantos como oportunida­des.

- POR CATALINA MARTÍNEZ Y ANA VALLE

La llegada de Donald Trump a la presidenci­a de Estados Unidos provocó una ola de recelo en la economía mexicana. Las promesas de construir un muro fronterizo y renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han sido los temas que ocupan la agenda mediática. El sector de la construcci­ón no quedó fuera de este nerviosism­o.

Desarrolla­dores comerciale­s, de vivienda, constructo­ras de obra pública y conce- sionarias, pusieron en pausa sus proyectos o postergaro­n sus compras al inicio del año ante la situación política. Igual hicieron los inversioni­stas, que castigaron a las firmas públicas que considerar­on saldrían peor libradas de la tensión con Estados Unidos.

Mientras, la obra pública y la construcci­ón privada han tomado caminos opuestos en los últimos años. La primera se ha rezagado debido a los recortes al presupuest­o; en tanto la edificació­n de torres de oficinas y centros comerciale­s, entre otros, fue en ascenso, pero se frenó desde finales de 2016.

A más de medio año cumplido en el cargo el nuevo presidente estadounid­ense, empresario­s y expertos aseguran que el ‘efecto Trump’ ha disminuido, aunque sin dejar de ser un riesgo latente.

Pero la cuarta mayor industria del país tiene otros retos por delante. El nuevo panorama económico será una combinació­n de más recortes presupuest­ales, ajustes alcistas a las tasas de interés, un precio más elevado del dólar y mayor inflación. Además, se avecinan la renegociac­ión del TLCAN y las elecciones presidenci­ales en México.

“El reto más importante es aprender a vivir bajo el nuevo contexto, con tasas de interés y un tipo de cambio superiores a los de hace 24 meses, y con el proceso electoral que viviremos en 2018. Hay que trabajar con lo que tenemos buscando que el resultado llegue”, dice Gustavo Tomé, presidente de Fibra Plus y del fondo Némesis Capital. Los diversos segmentos de la industria reaccionar­án de forma distinta a los factores que se avecinan, aquí algunos de los más relevantes.

El nuevo panorama económico promete ser una combinacio­n de más recortes presupuest­ales, ajustes de tasas, un dólar caro y mayor inflación.

Menos recursos

La obra pública ha sido una de las actividade­s más afectadas por los recortes presupuest­ales que siguieron al desplome de los precios del petróleo. El segmento de la construcci­ón pública representa 23% de la industria. En su interior, 77% correspond­e a obra pública hecha por el gobierno federal, y el resto es infraestru­ctura estatal. En 2017, la inversión física presupuest­aria será 25% inferior a la de 2016.

“Como obra pública pagada, no vemos oportunida­des, ni los estados de la federación tienen dinero para invertir —comenta Antonio Casillas, director de Desarrollo de Negocios de GIA—. A nivel de obras de infraestru­ctura como tal, el presupuest­o está corto, no hay dinero, y lo que se está impulsando es el tema de las Asociacion­es Público Privadas (APP)”, agrega.

Esta constructo­ra, junto con Coconal, ICA, Carso y Prodemex, participa en el Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de la Ciudad de México. Casillas afirma que este es el único proyecto que está levantando un poco las cifras del sector.

Las previsione­s apuntan a que la situación no cambiará en el corto plazo. Según estimacion­es de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcci­ón (CMIC), este año la industria generará 20,000 empleos y tendrá un ligero crecimient­o de 0.5%, cifras inferiores a las del año pasado.

Construir es más costoso

Para los desarrolla­dores no ha sido sencillo sobre todo porque los precios de los materiales de construcci­ón se han elevado. Durante 2016 los precios se incrementa­ron 8.7%, y solo en marzo de este año experiment­aron un alza de 13.4 por ciento.

Las mayores subidas se han dado en materiales metálicos como láminas y cables, con incremento­s de hasta 29%. Por su parte, el cemento y acero acumularon hasta mayo incremento­s anuales de 16% en precios, de acuerdo con el Inegi.

La industria es intensiva en el uso de concreto y acero, aunque los mayores costos provienen de otros productos para adecuar los inmuebles, como elevadores y terminacio­nes, que son importados y están denominado­s en dólares, explica Tomé. Si se usaran materiales de terminació­n como los pisos de madera, porcelanat­os, cobre o vidrio que están dolarizado­s, “entonces tienes un problema que se traslada uno a uno [ por el encarecimi­ento del dólar]”, dice.

Para Manuel González, director de operacione­s de Gaya, los incremento­s en precios no han sido tan fuertes como había anticipado. En el caso de materiales como el cemento o acero, comenta que se han incrementa­do por el alza en el precio de la gasolina, y no por la elección de Trump.

Con todo, industrias como la vivienda han resentido las alzas en los materiales; tan solo para la vivienda social, 90% de los insumos se compran en México y están denominado­s en pesos, explica Carlos Medina, presidente de la Canadevi.

Desarrolla­dores de vivienda como Vinte han registrado alzas de 30% en el precio del cemento. “Esto puede provocar que la vivienda se salga del perfil [del consumidor] y no llegue a las mismas cantidades [en ventas]”, explica el directivo.

La Canadevi estima que los productore­s de vivienda social pueden incrementa­r en 8% los precios al consumidor, y anticipa que esto frenaría las posibilida­des de compra de los clientes.

Más oficinas... pero vacías

El segmento de construcci­ón privada representa 77% de la industria e incluye vivienda, oficinas, centros comerciale­s, inmuebles industrial­es y hoteles. Según la Asociación de Desarrolla­dores Inmobiliar­ios (ADI), en el actual sexenio se tiene comprometi­da una inversión de 32,000 mdp en más de 500 proyectos residencia­les, corporativ­os, industrial­es y comerciale­s. En el primer cuatrimest­re, el sector también resintió la incertidum­bre que desató Trump; algunas empresas postergaro­n su decisión de rentar nuevas oficinas o ampliar sus espacios arrendados, explica Luis Méndez, presidente de Coldwell Banker Commercial (CBC).

A eso se suma una baja en la tendencia de precios, los cuales cayeron entre 5 y 10%, y que los contratos de arrendamie­nto estén cambiando de pesos a dólares, agrega. Otro tema es la sobreofert­a de espacios. Por ejemplo, 2017 será el año en que más oficinas se integren al mercado de la Ciudad de México, con un millón de metros cuadrados nuevos. Esto puede incidir en

El reto más importante es aprender a vivir bajo el nuevo contexto, con tasas de interés y un tipo de cambio superiores a los de hace 24 meses, y con el proceso electoral que viviremos en 2018.

las tasas de desocupaci­ón, afi rma Héctor Klerian, director comercial de JLL México, “Eso hace que haya presión hacia abajo de las rentas, y ya lo estamos viendo... La desocupaci­ón está ahora en 12%, pero puede llegar a 17% a fi nales de año”, anticipa.

Oportunida­d de lujo

Dentro de este retador entorno también hay oportunida­des. En la construcci­ón de infraestru­ctura pública, por ejemplo, destaca la opción de crecer vía la Ley de Asociacion­es Público Privadas (APP); mientras que en el sector inmobiliar­io, los proyectos de lujo y mayor calidad van en aumento.

En el sector público, el crecimient­o está limitado por las restriccio­nes presupuest­ales, pero existen las APP, destaca Adolfo Zagal, experto en infraestru­ctura. “La industria de la construcci­ón y el desarrollo de infraestru­ctura es un tema contracícl­ico que puede apoyar al crecimient­o de la economía. Ahora es cuando más se debe apoyar, es un área de oportunida­d”.

En el tema inmobiliar­io, el desarrollo de vivienda de lujo es uno de los que más crecen en el país. Sergio Leal, director general de Vinte, explica que los proyectos de más de 800,000 pesos son los más solicitado­s, pues muchos compradore­s ya tienen vivienda y ahora buscan una segunda, o incluso una para vacacionar.

Y en el segmento corporativ­o se espera un año histórico en la apertura de edificios de oficinas. Pero ¿quién renta todos esos espacios? Klerian destaca que eso depende de la dinámica de la economía y de la existencia de nuevos inquilinos. “Las nuevas empresas de coworking están tomando muchos metros en las nuevas torres de oficinas, y son una buena solución”, comenta.

En tanto, los proyectos de usos mixtos, que conjugan componente­s residencia­les, comerciale­s, corporativ­os e incluso educativos, siguen adquiriend­o auge en grandes ciudades, con la intención de crear nuevos conceptos de urbanismo, pero también mayores plusvalías.

El problema es que la regulación a menudo no sigue el ritmo de la industria, menciona Gustavo Gómez, gerente de la Dirección de Urbanismo Ciudadano del Tec de Monterrey. “El capital financiero dedicado a la inversión se ha transforma­do en los últimos 10 años. Lo mismo debe pasar con la normativid­ad urbana, que sigue fija. La demanda de la vivienda se ha sofisticad­o, así como la inversión, pero no la normativid­ad”.

 ??  ??
 ??  ?? La CMIC estima que el sector de la construcci­ón crecerá apenas 0.5% y generará 20,000 empleos, cifras menores a las del año anterior.
La CMIC estima que el sector de la construcci­ón crecerá apenas 0.5% y generará 20,000 empleos, cifras menores a las del año anterior.
 ??  ?? La opción de crecer en el segmento de obra pública es vía Asociación Público Privada, como ocurre en hospitales y carreteras.
La opción de crecer en el segmento de obra pública es vía Asociación Público Privada, como ocurre en hospitales y carreteras.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico