UN PATIO DE OPORTUNIDADES
GRACIAS A SU EXPERIENCIA, QUE COMENZÓ EN 1958, EL SUBASTADOR INDUSTRIAL MÁS GRANDE DEL MUNDO SUMA OTRO ÉXITO EN EL SECTOR.
Todo fluye a la perfección. Son las 9 de la mañana y puntualmente, empiezan a cantar las ofertas en las bocinas del teatro. Este escenario se encuentra a 133 kilómetros de la Ciudad de México, en Polotitlán, Estado de México –una población tranquila con no más de 3,000 habitantes–, el lugar perfecto para que la firma Ritchie Bros. México demuestre su dominio en la materia, pues han realizado un importante número de subastas de maquinaria celebrando más de 100 ventas en México desde 1995 y es por esto y por muchas razones que poseen el título del subastador industrial más grande del mundo. Esta edición empieza con buen ritmo en el patio de subastas permanente de Polotitlán, que reúne a cientos de espectadores con sus ofertas en un encuentro entre conocidos y camaradas, compradores y vendedores. “Manejamos un protocolo para la venta de los equipos, los que ruedan se muestran sobre la rampa, frente al auditorio; hay otros equipos que no son móviles, estos se venden a través de fotografía en una manera virtual. Tenemos más de 58 años en el mercado y nuestra infraestructura y el control están perfectamente establecidos y reglamentados, ese es uno de los éxitos que tenemos a nivel mundial”, comenta el Ingeniero Javier Raya, gerente de Operaciones de Ritchie Bros.
TODO CABE EN ESTA SUBASTA
Toda buena planeación incluye una agenda. Hora tras hora se muestran los equipos por categoría. De las 9 hasta las 18 horas, alrededor de mil equipos desfilan frente a los presentes en una rampa. Desde retroexcavadoras, motoconformadoras, tractores sobre orugas, tractocamiones, rodillos vibratorios hasta enormes camiones y grúas para la industria minera. Por sus dimensiones, algunos se muestran solo en las pantallas, como las grúas, tractores agrícolas, contenedores, etc. No existiendo dudas para los presentes, comienzan a ofertar de inmediato conociendo que no hay ofertas mínimas, ni precios de reserva.
Se puede ofertar en persona desde el patio con previo registro o en línea, en donde se consultan los detalles y fotografías de los equipos en venta. Todas las subastas son abiertas al público y sin reserva, eso significa que no hay ofertas mínimas y son los compradores, y no los vendedores, los que fijan los precios. “Por políticas de la empresa las subastas son públicas, sin embargo para poder participar es necesario realizar un depósito garantía, una vez realizado el registro se asigna un catálogo para poder ofertar, ya sea en vivo, por ausencia o por internet", comparte el Ingeniero Javier Raya. No te pierdas la próxima subasta de Ritchie Bros. este próximo 8 de septiembre del 2017.