Inversión a paso lento
A tres años de la RE, la infraestructura petrolera no logra concretarse.
Los bajos precios del petróleo en el mercado internacional, los recortes presupuestales, la falta de incentivos fiscales y la burocracia frenan el flujo de inversión en la industria petrolera y, por tanto, el inicio de obra pública o privada en este rubro.
En las licitaciones (rondas) hay interés de las compañías por ganar áreas o posiciones; sin embargo, “a los precios actuales del petróleo, estos negocios no parecen ser claramente rentables”, asegura David Shields, analista de temas energéticos.
Esta perspectiva coincide con que la extracción de petróleo y gas ha tenido reducciones desde 2014 (-4.6%), 2015 (-3.8%), 2016 (-4.8%) y al mes de abril de 2017 (-8.5), según cifras del Inegi.
A esto hay que añadir que el año pasado Pemex sufrió un ajuste presupuestal de 46,800 millones de pesos (mdp) en exploración y producción, y que el presupuesto aprobado para inversión física en hidrocarburos para 2017 es de 204,622 mdp; del que se ejerció 30% al primer trimestre, refiere un reporte de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
En el contexto actual, la apuesta del gobierno es la inyección de capital nacional y extranjero en el sector energético, en general, y en hidrocarburos, en particular. Para ello, abrió los procesos de licitación. En la Ronda 1 se adjudicaron 38 contratos y en la primera licitación de Ronda 2 se otorgaron 10 de un total de 15 proyectos.
Shields explica que cuando una empresa gana una licitación adquiere un compromiso de inversión a mediano y largo plazos; “en el corto plazo todavía no se está viendo avance. Algunas empresas han anunciado pozos, empezaron a trabajar, otras parece que no”.
Otro aspecto que frena la inversión es la burocracia y que no hay incentivos fiscales. Si una compañía ve que no es rentable, tiene un programa de trabajo limitado a la espera de que el negocio se recupere, subraya.
En el contexto actual, remarca, es difícil que la inversión fluya, ya sea pública o privada. La Reforma Energética inició con un parámetro de 100 dólares por barril, y hoy la mezcla mexicana está en 42 dólares, lo cual apenas ayuda a las empresasa a cubrir costos, no a tener nuevos proyectos.
Para Shields, es probable que la construcción de obras petroleras se contraiga, difícilmente habrá despegue que no sea el fracking.