Paso hacia fiscalización
La plataforma de alojamiento Airbnb firma acuerdo para que los huéspedes de la Ciudad de México (CDMX) que utilicen su servicio paguen 3% de impuesto en cada reserva, porcentaje menor si se compara con otras ciudades, como San Francisco, CA, en donde es de 14 por ciento.
De esta manera, la capital del país se une a la lista de más de 275 jurisdicciones en el mundo que retienen impuestos en nombre de anfitriones y huéspedes, y la primera en América Latina.
Los fondos recaudados serán destinados a la Tesorería de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México.
“Sabemos que cada vez tenemos mayor responsabilidad y parte de esta es trabajar con gobiernos y ciudades”, asegura Chris Lehane, director de Política Global y Comunicaciones de Airbnb.
El año pasado en la CDMX se hospedaron 143,000 personas de las 974,000 que rentaron en todo México, 174% más que en 2015.
Según cifras de la compañía, en 2016 la actividad económica de anfitriones y huéspedes llegó a 1,574 millones de pesos (mdp) en la CDMX; con una ganancia promedio anual por anfitrión de 35,000 pesos.
La plataforma, además de haber golpeado a la industria hotelera del país, había impactado las arcas del gobierno federal al no pagar impuestos por 4,000 mdp por año, asegura Rafael García, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM).
“Es una competencia bienvenida, pero es desleal para la hotelería y puede crear un cáncer. Al rato para qué pongo hoteles si será mejor anunciarse en este tipo de plataformas”, ahonda García.
Actualmente, la oferta de Airbnb representa entre 6 y 7% del negocio hotelero en el país.