El socavón y el Sistema Nacional Anticorrupción
Para cuando haya salido esta columna, ya habrá pasado al menos un mes de dos eventos relevantes: uno sumamente dramático y el otro esperanzador.
En el primer caso me refiero al lamentable evento del Paso Exprés en una carretera federal, en el estado de Morelos, donde perdieron la vida dos personas cuando su auto sucumbió en medio de un socavón. El otro hecho es la entrada en vigor del primer sistema coordinado a nivel federal y local de combate y sanción a actos de corrupción: el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
En el caso del socavón, se ha dicho que la SCT contrata mal y caro, que se sabía del evento, y poco (o nada) se hizo para resolverlo, y se insiste en las ineficiencias y falta de transparencia de sus funcionarios, empezando por su titular. En encuentros que he tenido con organizaciones del sector, les he preguntado si no piensan que se trata de un tema puramente técnico y la respuesta siempre unánime (un poco tardía, vale señalar) es que el asunto se sabía y que podría haberse evitado desde fases tempranas.
Pocos días después coincidió la entrada en vigor del Sistema Nacional Anticorrupción. Claro que se cuestionará si en casos como el socavón, de encontrarse faltas administrativas graves, se podrá sancionar bajo un régimen que no puede aplicarse en forma retroactiva en perjuicio de las empresas y los servidores públicos. Lo cierto es que la espada de Damocles de una sociedad que exige cuentas claras, responsabilidades y culpables, ya comenzó y seguirá su marcha segura.
Días después de ambos eventos, varias organizaciones coordinadas por Claudio X. González —Transparencia Mexicana y el Imco— lanzaron con la voz del actor Diego Luna un mensaje claro de repulsión al statu quo y una exigencia de que las cosas cambien bajo el lema #vamospormas, que Eduardo Bohórquez, de Transparencia Mexicana, anunció en Palacio Nacional, cuando se promulgaron las leyes del SNA.
Por su parte, la Secretaría de la Función Pública lanzó su modelo de integridad y reestructuró su organigrama, mientras que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa prefirió actuar oficiosamente a esperar a un Senado que ha perdido el respeto de los ciudadanos, por no haber cumplido sus compromisos y posponer los nombramientos del Fiscal Anticorrupción y de los Magistrados del tribunal referido.
Varias organizaciones con esfuerzos anticorrupción se han reunido para coordinar sus voces y lograr una presencia más fuerte ante la convocatoria original de ICC México.
Muchos cuestionan si el Sistema Nacional Anticorrupción operará plenamente. La respuesta es: el Sistema no es un ser acabado, es todo un proceso que se está gestando.
De todos nosotros, pero particularmente de los particulares, dependerá que el gobierno se sienta con el compromiso de actuar y lograr resultados. Es un compromiso diario de todos. No hay que cansarse, rajarse y ceder. Vamos por un México mejor.
Muchos cuestionan si el SNA operará plenamente; la respuesta es: el Sistema no es un ser acabado, es todo un proceso que se está gestando”.