Arquitectura al natural
Mejorar el impacto ambiental también depende del uso de materiales naturales y sistemas constructivos sostenibles.
La bioconstrucción se realiza con materiales locales y de baja emisión de CO , es en pro
2 medio 30% más barata que una construcción convencional. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, la cementera es una de las industrias más contaminantes, la cual en el año 2015 generó 26% de los gases y compuestos de efecto invernadero a nivel nacional.
Así que sustituir materiales contaminantes, como el cemento, por otros naturales es posible y necesario. Mauricio Cárdenas, director y fundador de Materia, taller de arquitectura sustentable, explica que “se trata de construcciones más saludables para los ocupantes, que generalmente se edifican en áreas no tan urbanizadas y se integran al entorno natural”.
Además, requieren el mínimo consumo energético porque sus materiales son mucho más térmicos que los convencionales. Como ejemplo destaca el uso de tierra, paja, piedra, madera, bambú y carrizo.
Estas edificaciones requieren mínimos recursos externos y pueden integrar tecnología que les permita ser autónomas en energía eléctrica, drenaje y gas.
José Manuel Ochoa, investigador de la Universidad de Sonora, señala que es indispensable tomar en cuenta las condiciones climáticas del sitio, buscar una buena orientación y edificar las aberturas para aprovechar los vientos y tener ventilación natural.
Aunque, “los bioconstructores han etiquetado un diseño que es difícil de adaptarse a la estética urbana actual”, critica Cárdenas.