EL TOQUE MILLENNIAL
Esta casa desafía las ideas preconcebidas de los materiales e incorporatecnología, al tiempo que se conecta con el entorno natural.
a la adyacente, rebotando su luz sobre el mármol. “Queríamos utilizar materiales naturales y pétreos para lograr un ambiente más local, natural y fresco”, explica Flores.
Evocar el contexto cultural y natural fue una de las prioridades. La pareja quería que se sintiera la influencia de Yucatán en su hogar, más que la de la ciudad de Mérida. Por eso, la alberca está inspirada en uno de sus tantos cenotes. Está rodeada de arquitectura pétrea y su color azul verdoso cristalino se consiguió con un granito flameado, que a su vez deja ver los tonos oscuros de la piedra caliza que la forman. Además, está totalmente contenida y un álamo en el terreno anuncia su presencia, al igual que en los cenotes.
Otra de las evocaciones al contexto es el color del patio al que se abren las habitaciones, que es de concreto oxidado entintado, acompañado por un chaká, un árbol de la región conocido por su corteza rojiza. “Los minerales en la tierra de Yucatán suelen oxidar todo lo que tocan, y en eso nos inspiramos”, explica el arquitecto.
YUCATECA Y HIGH TECH
Todo el diseño de la casa tiene énfasis en la vista al campo de golf y la naturaleza. Los espacios poseen mucha apertura y las áreas son dinámicas, con puertas que permiten adaptar el grado de privacidad. Además del patio, hay una terraza en la planta alta, más privada, que también da continuidad a la fachada. Incluso el baño de la recámara principal tiene elementos de vegetación.
Espacialmente, el vínculo arquitectura-naturaleza se logró al disolver las barreras entre el interior y el paisaje, entre la vegetación
—PABLO FLORES “EVOCAMOS EL CONTEXTO CULTURAL Y NATURAL, DESAFIAMOS LA IDEA PRECONCEBIDA QUE SE TENÍA DE LOS MATERIALES Y LOGRAMOS UNA ARQUITECTURA LOCAL CONTEMPORÁNEA”.