Un negocio híbrido
ANA VALLE
En un sector tradicional como el inmobiliario, Andreu Cors y Sebastián Garza, directores de Gava Capital, crearon un concepto innovador con un toque millennial. Querían incursionar en dos negocios, el de capital privado y el inmobiliario, y decidieron hacerlo saltándose las reglas habituales.
El sector inmobiliario ha experimentado un boom en la última década en todos sus segmentos, y muchos nuevos competidores se han montado en la ola. Ellos también estaban dispuestos a dejar su huella.
“Pensamos en hacer un negocio entre un fondo de capital y una desarrolladora inmobiliaria, y ver a nuestros clientes como socios que completaran nuestras estrategias —asegura Sebastián Garza—. No pudo habernos salido mejor”.
La empresa resultante es Gava Capital, que no se define como un fondo ni como una inmobiliaria. Es, según los fundadores, un “desarrollador de desarrolladores” inmobiliarios.
En fondos de capital de familias de Nuevo León, Gava ha colocado más de 3,000 millones de pesos (mdp) en 32 proyectos inmobiliarios en 15 ciudades.
Y recientemente, la empresa llegó a la Bolsa Mexicana de Valores por medio de un Certificado de Capital por hasta 2,500 mdp. Con ello buscarán nuevos socios, no solo para desarrollar vivienda, sino también proyectos mixtos, y así consolidarse en este sector que está perdiendo las etiquetas y las maneras tradicionales.