10 DEPACHOS PARA CIUDADES INTELIGENTES
“UNA CIUDAD INTELIGENTE ES UNA CIUDAD INNOVADORA QUE UTILIZA TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN ( TIC) Y OTROS MEDIOS PARA MEJORAR LA TOMA DE DECISIONES, EFICIENCIA DE LAS OPERACIONES, LOS SERVICIOS URBANOS Y SU COMPETITIVIDAD”.
Sí, el concepto de ciudad inteligente coloca a las personas en el centro del desarrollo. Son estas el motor para idear y generar ciudades donde la calidad de vida es prioridad.
Y en efecto, la esencia de la arquitectura también son las personas y su calidad de vida.
Si se coloca esta coincidencia en contexto, el actual, claro: la cuarta revolución industrial ( la tecnológica), la urgencia por preservar los recursos naturales, la acelerada urbanización del planeta y la impostergable necesidad de nuevos modelos —económico y de gobernabilidad— que mitiguen las desigualdades y potencien los talentos, el resultado son arquitectos inteligentes que diseñan ciudades inteligentes.
Sin embargo, idear una smart city tiene sus condiciones, y van más allá del uso de tecnología. Hay que “tomar en cuenta los aspectos humanos, sociales y medioambientales de los centros urbanos con la finalidad de mejorar la vida de las personas”, de ese modo es indispensable contemplar “aspectos relativos a la gobernanza, a la infraestructura y al capital humano y social”, plantea el Banco Interamericano de Desarrollo en La ruta hacia las smart cities.
En cuanto a tecnología, para gestar este tipo de urbe es
indispensable considerar el uso de redes de comunicación de banda ancha, computación en nube, dispositivos inteligentes móviles, programas de análisis y sensores.
La aclaración del organismo internacional es contundente: “La tecnología digital no es un fin en sí mismo sino un medio para transformar la infraestructura tradicional de la ciudad en un ecosistema vivo y sostenible que funciona en una calle de doble sentido, captando datos y brindando beneficios a las personas y los negocios que viven y trabajan en la ciudad”.
Todo, en medio de un ejército de ciudadanos armados con un teléfono inteligente para producir 80% de todos los datos móviles del mundo en 2020, según Mobility Report 2015.
Bajo esas condicionantes se desenvuelve en la actualidad el trabajo de los arquitectos que buscan contribuir con su labor diaria a la conformación de ciudades inteligentes.
Por ello, en su decimoséptima edición, el ranking 10 despachos, elaborado por Obras, se enfoca en reconocer a aquellos que tienen en la mira trabajar desde el diseño arquitectónico en la construcción de ciudades inteligentes.
A la convocatoria 10 despachos inteligentes para ciudades inteligentes respondieron 61 firmas de arquitectura. Las postulaciones pasaron por un primer filtro antes de iniciar la primera etapa de selección por parte del consejo editorial, que entre 31 postulantes eligió a 17 finalistas, los que expusieron sus trabajos de manera presencial.
Los cinco criterios para evaluar a cada firma fueron: funcionalidad inteligente, grado de innovación, grado de integración ( gobierno, entorno), replicabilidad del modelo y establecimiento de métricas. Los puntajes obtenidos fueron ponderados. El más alto encabeza el listado.
Sin dejar de tomar en cuenta las fórmulas del diseño pasivo, el trabajo de estos despachos integra ecotecnias, automatiza, mide consumos y comportamientos, envía reportes a dispositivos móviles, e incluso diseña para la preservación de mantos acuíferos o bien devuelve el excedente de producción alternativa de energía a la red eléctrica nacional.
Destaca la incorporación de tecnologías de eficiencia energética y seguridad, ya sea en viviendas o inmuebles corporativos, para el entretenimiento o el comercio.
En ese proceso existe el desarrollo de sistemas de datos que cruzan información para la toma de decisiones urbanas y arquitectónicas.
No menos interesante es la preocupación de algunas oficinas de arquitectura por el espacio público de calidad, interconectado, seguro y caminable.
Todas estas propuestas confirman que las ciudades inteligentes ya forman parte de nuestro presente, y que los arquitectos comienzan a tener un papel activo para propiciar su construcción.
El trayecto es largo, y en este inicio el consejo observa áreas de oportunidad, como ampliar el conocimiento de las aspiraciones de una ciudad inteligente, el mejor aprovechamiento de dispositivos móviles, del uso y análisis de datos para la toma de decisiones, y la necesidad de apertura y difusión de lo que se hace, para la conformación de redes cada vez más amplias.
Sabemos que los despachos aquí reunidos no son los únicos, por fortuna. Ahora reconocemos a estos 10 como una invitación a sumar fuerzas en el camino para desarrollar mejores seres humanos que deriven en mejores ciudades. Gracias por su confianza y participación. Enhorabuena a quienes integran este ranking 2018.