¿LA PRIORIDAD? SOBREVIVIR
LLEGÓ EL TIEMPO DE DAR LA MANO A LA TECNOLOGÍA PARA TRANSITAR HACIA CIUDADES INTELIGENTES. LOS INTEGRANTES DEL CONSEJO QUE EVALÚA A LAS FIRMAS PARTICIPANTES DE 10 DESPACHOS. NOS DAN SU PUNTO DE VISTA.
Tráfico, inundaciones, inseguridad, contaminación, escasez de agua y recursos energéticos. Esta serie de problemas urbanos se desencadenó con el crecimiento poblacional y la falta de planeación. Hace 88 años, la Ciudad de México tenía 1.2 millones de habitantes. Ahora supera 8.9 millones, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pero esa situación no es exclusiva de la capital del país; otras urbes en el mundo enfrentan el desafío de la mala planeación y demandan con urgencia optimizar la eficiencia y transitar hacia el desarrollo de ciudades inteligentes.
“La infraestructura de las ciudades del siglo XX no estaba pensada para hacer frente al rápido aumento de la población y la demanda de los servicios”, reconoce Luis Arias, director de Arquitectura Empresarial de la firma de desarrollo de software Oracle. “Esta situación genera desafíos tanto para el sector público como el privado, ya que es necesario crear espacios públicos inteligentes, seguros y sostenibles”.
La arquitectura, el urbanismo y la tecnología son elementos clave para encontrar soluciones y mejorar la calidad de vida de los pobladores. Sumado a la inversión privada y la coordinación gubernamental, se pueden lograr urbes inteligentes cuya prioridad sean sus ciudadanos.
El concepto ‘ciudad inteligente’ fue precedido por el de ‘ciudad digital’, que ya proponía el uso de la tecnología para
resolver problemáticas específicas. Según los especialistas, estas herramientas son piezas fundamentales en el rompecabezas de creación de ciudades enteras. Por ello proponen la construcción y complementación de comunidades totalmente conectadas por medio de softwares y hardwares.
“La idea era que la palabra ‘inteligente’ implicara el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC)”, cuenta Alfonso Govela, consultor del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos Onu-hábitat. “Originalmente esto fue pensado como algo que podía servir a los gobiernos como grandes clientes, pero tuvo muchísimo éxito como concepto de marketing y ha venido evolucionando e implementándose en otros rubros”.
Aunque la tecnología fue el detonador de este nuevo modelo de gestión de ciudades, especialistas como Javier Vergara, director del laboratorio de tácticas y herramientas para el urbanismo ciudadano Ciudad Emergente, consideran que su simple instauración no convierte a una urbe en un espacio inteligente, ya que debe estar al servicio de las personas y coordinada con disciplinas de diseño que ayuden a crear entornos realmente funcionales para la población.
“Una ciudad inteligente es la que privilegia el bienestar de las personas a partir de mecanismos, herramientas y procesos que pueden ser tecnológicos, pero que estén debidamente establecidos”, explica Salvador Herrera, director del despacho Urbanística.
Según el directivo de Oracle, instalar sistemas eficientes en inmuebles públicos, privados y residenciales, así como en el entorno; optimizar los consumos de energía y agua, gestionar los residuos de manera eficiente, mejorar la movilidad, otorgar los servicios educativos adecuados y brindar los niveles de seguridad que requieren sus habitantes son los básicos que debe tener una urbe para ser considerada ciudad inteligente.
Pero “las soluciones tecnológicas deberían estar muy conectadas a las capacidades de las personas y ser lo suficientemente fáciles y sencillas de operar, para que la mayor cantidad de gente se apropie de esas herramientas”, aclara Vergara.
LOS EDIFICIOS DEBEN FUNCIONAR HACIA ADENTRO EN BENEFICIO DEL USUARIO, Y HACIA EL EXTERIOR PARA BIEN DE LA CIUDAD.
Adriana Lobo, directora ejecutiva de la organización especializada en desarrollo de ciudades, energía, cambio climático y movilidad World Resources Institute (WRI) México, considera que la tecnología es un brazo de trabajo capaz de gestionar correctamente desde sistemas de transporte públicos y privados, hasta el uso eficiente de los recursos energéticos o hídricos. Además, puede administrar los planos de protección civil o aspectos socioeconómicos y del tejido comercial, o la comunicación de incidencias a habitantes y visitantes.
DISEÑAR COMUNIDADES
El reto de la arquitectura y el urbanismo es pensar las construcciones de acuerdo con el impacto que tendrán no solo en la zona, sino en toda la urbe. Para poder crear comunidades en las que sea más fácil la convivencia y mejore la calidad de vida. Las generaciones actuales de diseñadores deberán crear mecanismos que busquen eficiencia en sectores de cons- trucción, movilidad, seguridad y sustentabilidad.
Para Alfonso Govela, la arquitectura aún no ha logrado acoplarse a las ciudades inteligentes. “Las escuelas de arquitectura tienen pendiente una deuda muy grande. Se han retraído a una postura formalista, por lo que están rezagadas”, explica el también cofundador de Mex- Smartcities. “Llegaron muy tarde a la concepción de este tipo de urbes y no están logrando responder a todo el flujo de información para crear espacios adecuados”.
El área de oportunidad también la detecta Esben Neander, arquitecto asociado del estudio internacional Gehl, quien considera necesario ampliar el panorama y reaccionar ante los datos recopilados para mejorar, por ejemplo, la movilidad de los espacios públicos y pensarla, además, como una experiencia positiva para los usuarios.
“¿Andar en bici en la ciudad es satisfactorio o estresante para las personas? La respuesta puede depender de la buena o mala planificación a gran escala de este sistema —explica—. Si esto provoca una sensación gratificante, puede impactar en la mejora del sistema de movilidad y atraer a más personas por la buena oferta que esto implica”.
La arquitectura y las ciudades inteligentes también exigen coordinación e interoperabilidad entre todos los proyectos. Los diseños arquitectónicos más pequeños o personales —como viviendas— pueden agregar valor a la comunidad, pero deben conectarse y contribuir con planes urbanos de mayor escala a fin de encontrar soluciones integrales, sugiere Severo López, senior de la consultora de energía Galo Energy.
Desde la mirada de Luis Arias, los desarrollos arquitectónicos deben funcionar hacia adentro, en beneficio del usuario, pero también hacia el exterior, en función de la ciudad en la que se encuentran. “Los nuevos arquitectos y urbanistas deben tener un profundo conocimiento de la tecnología y los beneficios que conlleva no solo
“LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO DEBEN ESTAR AL SERVICIO DE LOS INDIVIDUOS E INNOVAR ANTE LOS RETOS”. ING. ADRIANA LOBO “LAS ESCUELAS DE ARQUITECTURA SE HAN RETRAÍDO A UNA POSTURA FORMALISTA Y ESTÁN REZAGADAS”. ARQ. ALFONSO GOVELA “ARQUITECTOS Y URBANISTAS DEBEN CONOCER LA TECNOLOGÍA Y LOS BENEFICIOS QUE GENERAN EN LAS CIUDADES”. MTRO. LUIS ARIAS
a su trabajo, sino al objetivo final de crear estas nuevas urbes”, dice el ejecutivo de Oracle.
Lo que se espera de la arquitectura y el urbanismo, precisa Lobo, es que estén al servicio de los individuos, pues son indispensables para reflejar las necesidades y aspiraciones de los usuarios de las viviendas y las ciudades. Además, enfatiza, deberían agregar flexibilidad, innovación y entendimiento a los retos urbanos.
ELEMENTOS VITALES
No hay una fórmula única, pero para Luis Arias, una ciudad inteligente debe componerse de urbanización, movilidad, seguridad y resiliencia, salud, educación y transparencia.
En el caso de la urbanización, uno de los elementos principales, los especialistas coinciden en que es importante prepararse para la gran cantidad de pobladores que habrá en los próximos años en todas las ciudades del mundo. Y no solo verlos como habitantes, sino entenderlos como nativos digitales. Esta
“LOS DISEÑOS MÁS PEQUEÑOS PUEDEN AGREGAR VALOR, PERO DEBEN CONECTARSE CON LOS PLANES URBANOS”. ING. SEVERO LÓPEZ MESTRE “ES UNA OBLIGACIÓN DE LOS GOBIERNOS DISEÑAR UN PLAN DE LARGO PLAZO EN EL TEMA DE LAS CIUDADES INTELIGENTES”. ING. FERNANDO THOMPSON DE LA ROSA “UNA CIUDAD INTELIGENTE ES LA QUE PRIVILEGIA EL BIENESTAR DE LAS PERSONAS A PARTIR DE PROCESOS ESTABLECIDOS”. MTRO. SALVADOR HERRERA
concepción hará que sea más urgente la actualización de la tecnología en los servicios de las urbes.
La movilidad es un factor de alerta ante el crecimiento poblacional, como sucede en la Ciudad de México. Este desafío se ha hecho visible en el tráfico. Si una persona vive en el Estado de México y se tiene que trasladar a la capital para trabajar, pierde diariamente más de cuatro horas en traslados. Este tiempo perdido afecta el nivel económico y de desarrollo de un país, apunta Vergara.
En febrero de 2010 comenzó a operar en la Ciudad de México el sistema de Ecobici, con 84 cicloestaciones y 1,200 bicicletas. El uso ha sido tal entre los capitalinos que, a siete años del lanzamiento, el programa cuenta con más de 6,000 vehículos. El director de Ciudad Emergente considera que aunque la iniciativa no es perfecta, representa un avance en las alternativas de movilidad. Lo que le falta a este tipo de sistemas, afirma, es lograr una comunión real con las otras vías de transporte para que su uso sea más fácil y fluido.
En el ámbito de la seguridad, Severo López dice que en México es un problema palpable y visible, pero también en muchas partes del mundo. “No solamente en cuanto a seguridad criminal, sino también la de los transeúntes”. El especialista sugiere reforzarla mediante organismos gubernamentales.
En el caso de la salud, Arias enfatiza en que las instituciones públicas tienen la responsabilidad de dotar de un fácil acceso a programas de atención médica y alimentos, así como mantener informada a la población sobre las actualizaciones de advertencias sanitarias. Incluso, los protocolos de enfermedades crónicas deben automatizarse e incluir tecnología, como el internet de las cosas, para contar una atención personalizada y rentable.
La educación es otro elemento vital en la construcción de ciudades inteligentes. Para los expertos, los organismos de formación deben evaluar y adoptar —de manera gradual pero inmediata— nuevos métodos de enseñanza basados en la tecnología, así como procedimientos modernos de integración y admisión de alumnos.
ALIANZA PÚBLICO-PRIVADA
Una ciudad inteligente sin un gobierno transparente es incompatible. En este terreno, Salvador Herrera, de Urbanística, asegura que México se encuentra rezagado. La coordinación entre las instancias gubernamentales y el sector privado, a través de alianzas estratégicas, es una solución a este desafío. Severo López explica que los primeros deben ser los responsables de dictar las normas y establecer los estándares eficientes para la construcción de urbes. Los segundos deben buscar innovar constantemente mediantenuevos procesos de edificación y de tecnología más eficiente. Trabajar en equipo y con un fin común facilitará la creación de ciudades inteligentes.
“En Tokio o Estocolmo, donde el tema está más avanzado, existió un esfuerzo a largo plazo por crear las políticas públicas correctas para construir una ciudad inteligente, no importando que después hubo cambios de alcaldes o gobernadores”, dice Fernando Thompson de la Rosa, director general de Tecnologías de la Información de la Universidad de las Américas Puebla. “Mantuvieron el mismo plan e invirtieron en tecnologías. Y los ciudadanos cooperaron para trabajar, porque para que la urbe funcione los habitantes tienen que estar involucrados, entregar información y participar”.
“LA TECNOLOGÍA DEBE ESTAR CONECTADA A LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS Y SER SENCILLA DE OPERAR”. ARQ. JAVIER VERGARA “¿ ANDAR EN BICI EN LA CIUDAD ES GRATIFICANTE? LA RESPUESTA DEPENDE DE LA BUENA O MALA PLANEACIÓN”. MTRO. ESBEN NEANDER