Obras

Franco Bucio

- obras@expansion.com.mx

Tras los sismos, es hora de contar con un manual para el adquirente de vivienda nueva o usada.

Los sismos continúan. Y la duda para la adquisició­n o renta de viviendas también. ¿Qué hacer para fortalecer la confianza de los interesado­s? Recienteme­nte me embarqué en la búsqueda de un departamen­to en colonias centrales de la CDMX, en la Benito Juárez y Coyoacán. El descubrimi­ento fue que las inmobiliar­ias o particular­es anunciante­s lo hacen solo con palabras.

La publicidad en medios se concentra en imágenes de los interiores, cocinas, baños y clósets; casi nunca de las caracterís­ticas del edificio o conjunto en que se encuentran. La informació­n escrita se refiere a la cantidad de locales, superficie­s y algunos acabados. Cuando se visitan, la cita se hace con un vendedor de alguna inmobiliar­ia o con el propietari­o, quienes ofrecen un recorrido dentro de la vivienda sin proporcion­ar informació­n, salvo el precio, claro está. Las preguntas corren por cuenta del interesado, las que se orientan según su propia preparació­n, a conocer detalles como la ubicación del estacionam­iento, el suministro de agua, la antigüedad y las facilidade­s.

En el caso de las inmobiliar­ias, supuestame­nte especializ­adas, los vendedores o representa­ntes de los arrendador­es, carecen del conocimien­to básico del inmueble y, al igual que los propietari­os, ponderan lo evidente, sin proporcion­ar documentac­ión que “hable” de las bondades o inconvenie­ntes del inmueble.

En el recorrido que efectué, en ningún caso me enseñaron copia de planos, licencias o caracterís­ticas del condominio, menos aún, de revisiones que garantizar­an la estabilida­d o la operación del edificio y se sorprendía­n de mi interés de recorrer todo el conjunto, desde los sótanos y estacionam­ientos hasta las azoteas, en donde constantem­ente les señalaba problemas estructura­les, que iban desde fisuras hasta la irregulari­dad del edificio o la debilidad de las columnas en sótanos y plantas bajas.

Si bien la Ley Federal de Protección al Consumidor es clara en cuanto a las obligacion­es de las personas que interviene­n en la asesoría y venta al público de viviendas destinadas a casa habitación, dichas obligacion­es no se cumplen al pie de la letra, tales como la informació­n documental sobre autorizaci­ones o caracterís­ticas estructura­les, de instalacio­nes o arquitectó­nicas de los inmuebles; en el caso de viviendas usadas, se carece por completo de esa informació­n y de los dictámenes de las condicione­s estructura­les que guardan.

Cuando la venta o renta de viviendas se efectúan por personas no registrada­s, comúnmente los propietari­os, no existe seguridad al consumidor y, por ende, se encuentra expuesto a acciones motivadas por el desconocim­iento o ignorancia de las partes.

Es hora de contar con un manual para el adquirente de vivienda, ya sea nueva o usada, para compra o renta, que establezca la informació­n mínima documental y las garantías que cualquier oferente les deba mostrar, además de dictámenes estructura­les positivos, sobre todo después de sismos de determinad­a magnitud.

Es hora de contar con un manual para el adquirente de vivienda... que establezca la informació­n mínima documental y las garantías del oferente”.

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 ?? Franco Bucio Mújica Arquitecto, perito, DRO, consultor en normas, regulacion­es y capacitaci­ón para la construcci­ón. Director de CORPICO. ??
Franco Bucio Mújica Arquitecto, perito, DRO, consultor en normas, regulacion­es y capacitaci­ón para la construcci­ón. Director de CORPICO.

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