LAS PIEZAS QUE FALTAN
“Imaginemos que nuestro cuerpo es una ciudad y la movilidad, el sistema circulatorio”, dice Adriana Lobo, directora ejecutiva del World Resources Institute en México. “Hoy lo que tenemos es una Ciudad de México obesa de autos, un sistema de arterias tapadas”. La capital mexicana continúa siendo la ciudad más congestionada del mundo, según el Índice de Tráfico de Tomtom 2017. Debido a la saturación de vehículos en las vías y a la ineficiencia del transporte público, los capitalinos invierten desde 40 minutos hasta cuatro horas al día para desplazarse, dice Manuel Salazar, director del Instituto de Geografía de la UNAM.
El tráfico es sólo uno de los problemas que afronta la ciudad a nivel de movilidad. El crecimiento de la mancha urbana y el hecho de que la población se haya expandido hacia zonas metropolitanas circundantes, han generado un gasto excesivo para los ciudadanos en condición de pobreza. Los trabajadores de bajos ingresos destinan alrededor de 25% de su salario al transporte, indica Erick Guerra, doctor en Planeación Urbana especializado en transporte. “Actualmente hay menos densidad cerca de las estaciones que en los barrios más alejados”, apunta.
La inseguridad vial es otra de las problemáticas que deben ser abordadas en la ciudad. Cerca de 2,000 personas mueren en accidentes de tráfico en el Valle de México cada año, entre ellas, peatones y usuarios del transporte público, asegura Guerra. Se trata de una tasa de fatalidad dos veces más alta que la registrada en ciudades, como Nueva York, París, Singapur o Londres. El desastre de la movilidad -opina Laura Ballesteros, secretaria de Movilidad de la Ciudad de México- es heredado de una visión que se tenía en la capital hace 10 años, en la que la equidad significaba que la mayoría de los ciudadanos tuviera un auto. Hoy, se piensa que una urbe sustentable, justa, democrática e incluyente, es la que también apuesta por el transporte público y logra coordinar todas las piezas del rompecabezas urbano. “La integración de los servicios para quien es multimodal es fundamental para una agenda de movilidad”, comenta Ballesteros.
Para Sergio Hidalgo, director general de la operadora de concesiones de autopistas urbanas OHL México, la clave está en articular la infraestructura existente con alternativas mejoradas de transporte colectivo. “Las autopistas que hemos creado deberían solucionar los largos y medios recorridos”, comenta. “Pero tienen que llegar a puntos en donde se conecten con todas las demás soluciones intermodales, a centros donde haya bicicletas, autos eléctricos y el metro cerca para que podamos apostar por una movilidad distinta”.
Un paso importante hacia esa integración es contar con la tecnología necesaria para que los usuarios vean -de forma actualizada- todas las alternativas de transporte que tienen a la mano. “La información multimodal en tiempo real es fundamental para lograr un cambio verdadero”, dice Bernardo Baranda, director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP).
Ante esta necesidad, OHL México lanzará una aplicación para que los capitalinos identifiquen la mejor forma de llegar a sus destinos rápidamente. La nueva aplicación de Televía informará tarifas, mapas, y servicios de auxilio en el Valle de México. “La idea es que, a través de la app, sepas dónde encontrar un estacionamien-