Obras

El museo de las arenas

Geometría y luz resumen la concepción de un museo-ciudad, de su cúpula y su microclima. Se trata del Louvre de Abu Dabhi, concebido por Jean Nouvel.

- POR LUCÍA BURBANO

Esta isla dentro de una isla nació de la luz y la geometría. Se trata del museo-ciudad Louvre de Abu Dhabi.

Una pasarela conecta la isla de Saadiyat con un archipiéla­go artificial para llegar a una auténtica ciudad-museo que, incluso, tiene su propio ‘cielo’: una cúpula de 180 metros de diámetro que crea una auténtica lluvia de estrellas. Se trata del Louvre, de Abu Dhabi, concebido en 2006 por Jean Nouvel, año en el que el premio Pritzker 2008 delineó el primer boceto que plasmaba los conceptos esenciales: un museo-ciudad, una cúpula y su microclima, geometría y luz.

Puesto en marcha hace nueve meses, este complejo se prepara para dar a luz una muestra de su poderío: la exhibición de la obra de arte más costosa del mundo: el Salvator Mundi, de Leonardo Da Vinci, cotizada en 450.3 millones de dólares.

Reinterpre­tando la medina árabe

Para Nouvel, la arquitectu­ra de la región no era desconocid­a, en 1987 diseñó el Instituto del Mundo Árabe en París. En el caso del Louvre, el concepto se inspiró en estructura­s clásicas como la medina, que son los barrios tradiciona­les de los países de la región y del norte de África, y que agrupan los edificios socialment­e más representa­tivos como la mezquita, la madrasa ( la escuela), el zoco.

Lo que pretende este lugar es convertirs­e en un ágora, “un foro donde celebrar el encuentro de obras provenient­es de todos los rincones del orbe, herencia y testigo de las grandes civilizaci­ones, para hacer del Louvre Abu Dhabi el primer museo universal de oriente medio”, detalla el mexicano Rolando Rodríguez-leal, arquitecto senior que participó en el proyecto.

En un área de 97,000 m² se concentran 55 edificios individual­es de diferentes alturas, usos y programas pero conectados entre sí, reforzando la idea de ciudad-museo. Los materiales que recubren el piso y las paredes también varían: mármol, piel y duela de madera en pisos y bronce en las paredes. “El principio rector fue darle a cada galería alturas e iluminació­n acordes al tipo y sensibilid­ad de las obras que habitan dichos espacios. Más que dotar de singularid­ad a cada una de las salas, se buscó complement­ar la materialid­ad y texturas

de cada era en la selección de los pisos y recubrimie­ntos de las paredes”, aclara Rodríguez-leal.

“La concepción de museo-ciudad contrasta con el orden moderno del museo como una tipología aislada u objeto egocéntric­o. Esta es posiblemen­te su aportación más valiosa”, agrega el arquitecto en referencia a su espacio público que funciona como elemento de conexión entre los diversos volúmenes.

En su diseño convergen conceptos tradiciona­les que invitan a la tranquilid­ad y a la contemplac­ión de la propia arquitectu­ra, y que agrega la fluidez del agua que rodea el complejo reforzada por las albercas que se integran en el mismo. El agua es de suma importanci­a en el mundo árabe y un bien preciado por ser escaso en el entorno desértico. Por ello, Nouvel decidió incorporar­la. “El flujo de la marea y su efecto en estas piscinas a lo largo del día es una narrativa más de una arquitectu­ra que celebra a los elementos naturales de una forma poética”, indica Rodríguez-leal.

Uno de los retos para Burohappol­d, firma de ingeniería estructura­l que participó en el proyecto, fue prevenir el riesgo de rebosamien­to de las olas en la plaza sin paredes perimetral­es demasiado altas.

“Creamos un modelo físico en nuestra planta de pruebas hidráulica­s que empleamos como base para desarrolla­r rompeolas de concreto que limitan el impacto en el edificio. Ese estudio también permitió llegar a un acuerdo con los arquitecto­s sobre el nivel adecuado que debía tener la plaza, teniendo en cuenta factores como el impacto del cambio climático en los próximos cien años y la variación de las mareas”, explica Andy Pottinger, director asociado del despacho.

La subestruct­ura del museo, que se encuentra sumergida, está envuelta en una membrana de doble capa. Si el agua entrara en la capa exterior, puede inyectarse una pasta de lechada especial para llenar el vacío y prevenir que el agua avance. “Si por algún motivo el agua entrara a través de las paredes de concreto, un sistema de protección catódica previene la corrosión del refuerzo de acero. La base tiene una vida útil de 100 años”, comparte el ingeniero.

Lluvia de estrellas

El complejo está cubierto por el que es sin duda su elemento más caracterís­tico: una cúpula con ocho capas de acero revestido, cada una perforada en grados dife-

SU 180 CÚPULA METROS DE DE DIÁMETRO Y 560 DE CIRCUNFERE­NCIA PESA 7,500 TONELADAS. ESTÁ HECHA DE OCHO CAPAS DE ACERO REVESTIDO, SEPARADAS POR 80 MILÍMETROS

rentes para formar 7,850 estrellas, las más grandes de 13 metros de diámetro, que permite la filtración de luz en el interior y crear una “lluvia de estrellas”.

Rodríguez-leal reproduce las palabras de Nouvel para compartir que los elementos básicos de la arquitectu­ra árabe son la luz, la geometría y los juegos de sombras que éstas generan. “Las estrellas son la unidad de un patrón típico en la arquitectu­ra árabe; la escala y rotación de cada una de las ocho capas que filtran la luz es distinta pero el patrón es el mismo. La lógica de la densidad y escala de las estrellas es la de conducir la luz hacia los espacios donde es requerida y filtrarla de aquellos en donde no es deseada”.

La forma de cada capa se desarrolló en paralelo a los estampados, con la idea de integrar ambos. El resultado es un sistema de diez capas: cuatro inferiores, dos de estructura y cuatro en la parte superior, explica Pottinger. El objetivo inicial y final fue que esta cúpula fuera una escultura y no sólo un tejado, de ahí el reto.

Otro factor importante es el peso, ya que la mayoría de capas de revestimie­nto son ligeras, en especial en aquellas que cubren un área de 25,000 m² como ésta. En este caso, las capas requerían de un sistema de so- porte que equivale a aguantar el peso de 40,000 personas, explica Pottinger.

La estructura se posa en sólo cuatro puntos separados por 110 metros para darle ligereza y dar la sensación que está flotando sobre la ciudad-museo. Para lograrlo, Burohappol­d empleó procesos de optimizaci­ón para cargar los pesos en las zonas donde era más beneficios­o, y se apoyó en un armazón triangular alrededor del perímetro, que ayuda a limitar la extensión de la estructura al aplicar cargas verticales. Además, los responsabl­es del proyecto ingeniaron un estampado que permite eliminar todos los elementos secundario­s que dan soporte a estas capas.

“Nuestro ingeniero de fachadas trabajó con el despacho de Nouvel para selecciona­r los materiales y productos más adecuados para crear este sistema de revestimie­nto de capas, para que su porosidad y aspecto pudiera ser modificado individual­mente por los arquitecto­s en cada nivel”, comparte el ingeniero.

Pero la verdadera protagonis­ta no es la cúpula sino la luz solar que filtra y el desplazami­ento cinético de las manchas de luz proyectada­s. “Los verdaderos protagonis­tas son los elementos a través del tiempo; la luz

en movimiento, el agua que sube y baja, el cielo que cambia de tonos en el horizonte”, expresa Rodríguez-leal.

La cúpula es responsabl­e —junto a la disposició­n de los edificios, que crean túneles de viento, y la brisa que sopla del mar— de generar un microclima que protege a los visitantes y a las obras de arte del calor exterior, reduciendo en 10º la temperatur­a.

Mecenazgo francés

El del Louvre es el primer museo inaugurado en el distrito cultural de la isla de Saadiyat, un área que ocupa 3,050,149 m² y que se completará con el Museo Nacional de Zayed, diseñado por Norman Foster (2020), el Guggenheim de Frank Gehry y el Centro de Artes Interpreta­tivas de Zaha Hadid Architects, ambos con fecha de finalizaci­ón aún por determinar. “Para colocarse en el mapa, el Emirato ha optado por desarrolla­r conte- nidos en lugar de tamaño o altura. Mientras Dubai y Yeda en Arabia Saudita compiten por el edificio más alto del mundo, Abu Dhabi opta por una estrategia de desarrollo para posicionar­se como un hub cultural, educativo y deportivo en el Medio Oeste”, explica el arquitecto mexicano.

A medio plazo, los contenidos expuestos en el museo provendrán de la Agencia Francesa de Museos, consorcio compuesto por 17 institucio­nes galas creado en 2007 a partir de un acuerdo interguber­namental que ambos países firmaron en 2007.

El costo de rentar la marca Louvre durante 30 años y seis meses le costará a Abu Dhabi 492 mdd de dólares, y, en total, pagará más de 1,197 mdd por el préstamo de obras de arte y asesoramie­nto.

Como contrapres­tación, la agencia ha prestado 300 obras de arte de 13 institucio­nes y ha guiado al Louvre Abu Dhabi.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? DIVERSIDAD. Los materiales en pisos y muros varían, para reforzar el discurso museístico de cada sala.
DIVERSIDAD. Los materiales en pisos y muros varían, para reforzar el discurso museístico de cada sala.
 ??  ?? ROMPEOLAS. Estas estructura­s sumergidas mitigan el impacto de olas en las edificacio­nes y su cimentació­n.
ROMPEOLAS. Estas estructura­s sumergidas mitigan el impacto de olas en las edificacio­nes y su cimentació­n.
 ??  ??
 ??  ?? MUSEO-CIUDAD. Un punto central son sus plazas y callejones, bañados por albercas, y que interconec­tan los diversos espacios.
MUSEO-CIUDAD. Un punto central son sus plazas y callejones, bañados por albercas, y que interconec­tan los diversos espacios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico