El futuro de las aguas industriales
La falta de agua podría cambiar al sector industrial si éste no instrumenta otras opciones.
El consumo industrial de agua es responsable de 22% del uso mundial de este recurso y para el año 2025 se estima que el volumen de aguas industriales se duplicará, por lo que las empresas deberán redoblar esfuerzos para cuidar el recurso hídrico. La solución podría estar en las plantas de tratamiento.
Veolia Water Technologies desarrolló en Dinamarca la biorrefinería de Billund, una planta de tratamiento de aguas residuales que genera biomasa que después es tratada para producir biogás y generar energía que alimenta a la misma planta. Utiliza tecnología Exelys, una solución de hidrólisis térmica en continuo para el pretratamiento de lodos como paso previo a la digestión anaerobia. Con los residuos orgánicos se fabrican diversos productos, como fertilizante orgánico o plásticos biodegradables.
En México, la industria trató 70.5 m³/s de aguas residuales en 2,832 plantas en operación a nivel nacional en 2015, de acuerdo con información del documento Estadísticas del agua en México 2016. En tanto que en la Ciudad de México, de las plantas de tratamiento ubicadas en fuentes fijas, 42% corresponde al sector industrial, con un total de 103, según datos del Reporte de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de la Ciudad de México, 2015.
Estas cifras podrían incrementarse con la llegada de nuevas tecnologías. Biocleaner trata las aguas mediante remediación a través de bacterias que se multiplican, y no requiere del uso de químicos. Las bacterias eliminan 100% los malos olores en un área de hasta 2,500 m², y el costo de electricidad se reduce 75% en comparación con otros sistemas tradicionales.
Reglas claras
El cumplimiento de la normatividad es otro factor que puede contribuir a que la industria trate sus aguas, aunque la supervisión no es suficiente. “Por normatividad ya se exige a las nuevas plantas y construcciones tener un cuidado de las aguas residuales; sin embargo, aunque las reglas están puestas, carecemos de una supervisión constante de la parte gubernamental”, afirma Jorge Alberto Celis, director comercial de Aquaclyva.
“La NOM 001 SEMARNAT está en etapa de modificación de consulta pública y se pretende que sea más estricta con el objetivo de reducir los niveles de contaminación existentes en los cuerpos de agua. Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no tiene la capacidad operativa para verificar todas las descargas que se llevan a cabo en nuestro país”, afirma Maximiliano Olivares, coordinador de Proyectos Especiales y asesor técnico de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS).
De no afrontar el reto, las empresas pronto se enfrentarán a la escasez de agua en algunas áreas, como la zona industrial de Vallejo, en la Ciudad de México, donde ya es una realidad, explica Olivares. “En un futuro veremos más empresas descentralizarse y buscar nuevos lugares para ejercer sin verse amenazadas por la falta del recurso”, señala.