Las nuevas oficinas BIC
La sencillez y la funcionalidad de los interiores, a cargo del despacho Ceciliano + rivera, les hizo ganadores del Premio Nacional de Arquitectura e Interiorismo.
Sencillez y funcionalidad en los interiores, a cargo del despacho Ceciliano+rivera.
“Me encantó. Es muy BIC”, son las palabras que Mariángeles Migoya, directora de Marketing para Bic Latinoamérica, le dijo a la arquitecta Norma Rivera, del despacho Ceciliano + rivera, encargado de diseñar los interiores de sus nuevas oficinas en México. Esa frase significó para los diseñadores el cumplimiento de su objetivo: hacer un espacio funcional que se adecuara a la identidad y la filosofía de la empresa.
Pero el proyecto de interiores que realizaron para las oficinas ubicadas en Toreo Parque Central no sólo fue exitoso para BIC; también al jurado del Premio Nacional de Arquitectura e Interiorismo les pareció un resultado innovador, integral y simple, lo que les hizo merecedores del premio en la categoría Corporativo 2018. “Era una propuesta muy alineada con lo que son nuestros valores de simplicidad, trabajo en equipo, ingenio y ética”, explica Migoya en entrevista con Obras.
Museo BIC
La recepción es particular: a los lados hay dos entradas, una para el personal encargado de la gestión en México, y otra para el que opera en Latinoamérica. Pero adentro no hay división, los espacios son colaborativos. En esos escritorios largos y sin muros trabajan los 157 empleados que ocupan la oficina.
“Esto le da mucha agilidad al negocio y provoca que los colaboradores se sientan más integrados. Al estar al lado de otra área y escuchar cómo lo que haces influye en las decisiones, te vuelves consciente de que eres importante para la compañía”, cuenta Migoya.
Los arquitectos también se preocuparon por establecer pequeñas cabinas para llamadas más personales y oficinas privadas adosadas a la fachada del piso 18 de la torre corporativa, que tiene una certificación Leed. En la distribución de las oficinas, que tienen 1,890 m2, también hay sala lúdica, sala de reuniones, enfermería, zona de café y área de lactancia.
La primera dificultad se presentó cuando los arquitectos se percataron de que el na- ranja característico de la marca es distinto en cada material. Para contrarrestarla, combinaron detalles de ese color con gamas de negro, blanco y gris para que lo resaltaran.
Pero ése no fue el único desafío: querían ubicar el plafón lo más alto posible, lejos del diseño original, en el que el techo se encontraba a un brazo de los colaboradores. La opción fue utilizar plafones intermitentes sin dañar la acústica, explica Israel Ceciliano.
Además de las oficinas, que tienen 1,890 m2, hay sala lúdica, sala de reuniones, enfermería, zona de café y un área de lactancia.