CARLOS OROZCO
El director del Tren Maya dedicará 2019 a elaborar el proyecto, que será el eje rector del circuito ferroviario en el sureste del país.
Carlos Orozco tiene en sus manos uno de los proyectos prioritarios de la administración de Andrés Manuel López Obrador para el sureste de México: el Tren Maya. Ingeniero civil y perito en vías terrestres, cuenta con más de 25 años de experiencia en la elaboración de estudios nacionales e internacionales sobre proyectos de diseño y construcción de infraestructura ferroviaria.
El reto que tiene ante sí será terminar la obra “a más tardar en cuatro años”, como señaló el presidente. Pero Orozco estima que el Tren Maya tardará de siete a ocho años en captar entre 15 y 20% de la carga y el pasaje que se moviliza en la península. “Estamos en la certeza de que tendremos suficientes pasajeros y suficiente carga para este ferrocarril”, comparte con Obras.
Sin embargo, sus detractores cuestionan que “el proyecto ejecutivo debe contemplar la resiliencia en medioambiente, la convivencia con ciudades, y definir si será elevado para salvar los espacios de la fauna. Es un proyecto a muy largo plazo que requiere un mantenimiento de alta precisión”, explica un consultor de transporte que prefiere reservar su identidad.
Para otros, la polémica no está en el tren en sí, sino en el desarrollo urbano que se puede detonar. “La urbanización va a traer descargas de aguas residuales y una demanda de agua al mismo tiempo. (…) Promover desarrollos urbanos sin control podría generar un colapso, en términos hídricos, de la península si no se limitan”, detalla Omar Arellano-aguilar, profesor de la UNAM especializado en riesgo ecológico.
Por ahora, Orozco se centrará en desarrollar el proyecto. “Tomaremos todo este año para hacer estudios e iniciaremos con alguna parte de las obras de las que podamos tener la suficiente información y serían sobre el derecho de vía existente, que es rehabilitación, principalmente. Empezaríamos entre Palenque y Valladolid”. Mientras tanto, las empresas pasarán más de un año a la espera del proyecto ejecutivo para manifestar su interés… o no.