Hambre de infraestructura
Con 14 obras mexicanas en su portafolio, el gigante Blackrock ha puesto la mira en otros 35 proyectos del país que podrían sumar más de 2,800 millones de dólares.
Blackrock, la administradora de activos más grande del mundo, empezó el año con la mirada fija en México. Poco después de que el gobierno lanzara su ‘Programa de Impulso al Sector Financiero’ en enero, la gestora expresó su apoyo a esta serie de medidas y reiteró que su interés por el país apenas comienza. “Son buenos pasos los anunciados. Creemos en México en el largo plazo. No compramos hoy para vender mañana”, señaló la firma en un comunicado, haciendo referencia a la compra de la administradora de fondos de Citibanamex que efectuó en 2018.
Con más de 10 años de experiencia en México, Blackrock tiene claro que su in- terés está en la inversión en infraestructura. “Le han entrado a todo tipo de obras y, justo hace poco, adquirieron centros comerciales exteriores conocidos como power centers”, explica Juan Musi Amione, director general de Cifondos. “Participan activamente en CKD, tienen fondos de inversión y son el proveedor de ETFS (fondos de inversión que se compran o venden en el mercado de acciones en vez de suscribirse o reembolsarse) más grande del mundo: están en todo”.
Prueba de ello es el Certificado de Proyectos de Inversión (Cerpi) que colocó la administradora, en septiembre del año pasado, a través de Blackrock México Infraes- tructura III por un valor de 500 millones de dólares. Con este instrumento, la gestora pretende invertir en infraestructura social −especialmente hospitalaria−, en obras de transporte, como puertos, aeropuertos y ferrocarriles, y de agua, tanto en México como en otros países del continente, según informa en el aviso de oferta pública.
Diversificar la cartera
Blackrock ya tiene sus ojos puestos en unos 35 proyectos por los que podría apostar a partir de este año, sumando una inversión de 2,808 millones de dólares, detalla el aviso. A la gestora le interesan los proyectos de infraestructura que busquen fondos por entre 25 y 150 millones de dólares, y que representen una tasa de retorno bruto en dólares entre 13 y 17%, precisó Juan Alberto Leautaud, director de Inversión en Infraestructura de Blackrock México, en el Foro Nacional de Infraestructura, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef), en octubre del año pasado.
Estas inversiones potenciales se sumarían a los 14 proyectos de infraestructura en los que ha invertido la administradora en el país, entre los que destacan la concesión de una autopista federal en Michoacán, la autopista Toluca-naucalpan; el gasoducto Los Ramones; la planta desalinizadora Rosarito, en Baja California; una plataforma autoelevable de perforación marina; una planta de generación de energía solar en Aguascalientes y un contrato por 20 años para el Centro Penitenciario Coahuila, según indican reportes públicos de la firma.
La decisión de Blackrock de invertir en América Latina corresponde a una necesidad cada vez mayor que tienen las empresas por sumar variedad a sus portafolios.
“Para 2019 estimamos que baje el ritmo del crecimiento económico global, pero eso no implica que no continúe la expansión”, apuntó Kate Moore, directora estratega de Equidad del Blackrock Investment Institute en un video corporativo. “Creemos que los inversionistas deben enfocarse en diferenciar sus activos”.
“Participan activamente en CKD, tienen fondos de inversión y son el proveedor de ETF más grande del mundo: están en todo”. —Juan Musi Amione, director general de Cifondos.