DEPENDENCIA DE L A PRODUCCIÓN
La apuesta de la refinería depende de un supuesto incierto, advierte Pech: “Estamos jugando con una variable de alto riesgo: suponemos que se van a llegar a producir 2.4 millones de barriles diarios de crudo. Pero ¿tienes el crudo? No. ¿Para qué haces la refinería? Porque en cualquier momento una de las seis que ya hay colapsa. Dependemos mucho de la producción. Por eso, las calificadoras opinan que se debe invertir más en exploración”.
Hoy, tan sólo se producen 1.9 millones de barriles diarios de crudo. De esos, 1.1 se exportan y el resto va a las refinerías, que funcionan al 40% de su capacidad, según Pemex. De acuerdo con el Plan de Producción de Refinación, las seis refinerías se modernizarán para que, al sumar Dos Bocas, la refinación aumente hasta 1.8 millones de barriles por día en 2022.
El temor de Pech es que, si no se sube la producción, todo se quedaría en el país, perdiendo las ganancias de 500,000 mdd al año que genera la exportación, “mucho más rentable que refinar”, dice.
Además, gran parte del petróleo que se obtiene es crudo pesado, más difícil de refinar, por lo que requiere una mayor inversión. “Lo que tendría que hacer el gobierno es volver a abrir las rondas”, en las que licitan nuevos contratos de exploración y producción de hidrocarburos. “Estamos como en el circo: haciendo malabares”, resume Pech.
En el artículo ‘Refinería Dos Bocas: Otra decisión costosa para México’, Armando Gómez y Francisco del Rincón, expertos en energía de la consultora AT Kearney, advierten que “nuestra seguridad energética está primordialmente amenazada por carencias en logística y no tanto por producción autónoma en un mercado global donde México representa alrededor del 2% del consumo global de gasolinas y diésel, y no tiene control sobre precios”.
Pero, además, Gómez y Del Rincón apuntan a una tendencia global: la descarbonización. “Las grandes compañías petroleras sitúan sus pronósticos de pico de la demanda de petróleo entre 2028 y 2040. Dado que la vida útil de una refinería es de 30 a 50 años, nuestra nueva refinería tendrá tiempo limitado para amortizar la inversión y generar valor”, agregan en el informe.
“La realidad es que hay destinos más rentables para el capital de inversión necesario y no sólo dentro de la industria petrolera (en exploración y producción), sino también en mejores apuestas al futuro, como las fuentes de energía renovables”, resumen.