Restaurar con remedios
Desde baba de nopal hasta jabón de xixi: los arquitectos han puesto la mira en las técnicas naturales para recuperar edificios antiguos.
El arquitecto Samuel Chávez Stopol prepara una mezcla de aceite de linaza, cera de abeja y colorantes naturales. Parece un remedio casero para la garganta, pero, en verdad, es su fórmula para curar las vigas de madera del molino La Unión, en Toluca, un antiguo edificio que está restaurando para convertirlo en parte de un complejo de usos mixtos.
Además, Chávez utilizó otras técnicas tradicionales con materiales orgánicos para recuperar partes de la estructura. Por ejemplo, limpiaron las paredes con un cepillo de ixtle y jabón artesanal de xixi y cosieron las grietas con fibras de coco. Después, aplicaron una concentración de agua de calcio para fijar las piedras y eliminar la flora de la superficie, y las esterilizaron con cal antes de recubrirlas con mucílago de más de 1,500 nopales para impermeabilizarlas.
“No estamos haciendo nada nuevo; lo nuevo es recuperar lo que se hacía antes”, dice Chávez Stopol. Como él, algunos arquitectos han comenzado a poner la mira en materiales naturales y orgánicos para cuidar los edificios sin emplear agentes químicos.
“La relevancia de retomar estas técnicas viene por lo sustentables que resultan, pero también para retomar los saberes populares, que no necesariamente están sometidos a las lógicas del mercado”, añade José Miguel Vargas Pellicer, que trabajó en la reconstrucción de Tecuanipa, Puebla, tras los sismos de septiembre de 2017.
Para Vargas, uno de los ejemplos más claros es el recubrimiento de cal: “Pareciera una cuestión estética, pero el repellado de cal dura mucho más que un recubrimiento normal de adobe y es mucho más barato”, explica.