LOS E JES SOCIAL Y AMB IENTAL

Son más de una decena y están sentados, esperando: hoy no salieron a pescar. “Como pescadores, ya no vamos a poder estar aquí, vamos a tener que emigrar o no sé qué vaya a hacer el gobierno federal con nosotros”, dice Manuel Jesús Carrillo cuando le preguntan qué opina de la nueva refinería.

Hace un año bloquearon el acceso al puerto durante seis días para reclamar el pago por las afectaciones del derrame de hidrocarburos que hubo en noviembre de 2017. Aunque llegaron a un acuerdo sobre las indemnizaciones, la contaminación no cesó, y los pescadores narran cómo los animales de la zona ostrícola se han ido extinguiendo.

“Ellos son pescadores natos, no van a poder trabajar de cualquier cosa como operarios de la refinería”, cuenta José Luis Zambrano, exbuzo de Pemex, que les acompaña en su espera.

Aunque todavía no están ni sus cimientos, la refinería ya tuvo su primera afectación con el desmonte de 300 hectáreas de selva y manglares, como denunció el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

En diciembre, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (Asea) impuso una sanción de 13.9 mdp a la empresa Sistemas Empresariales del Golfo, y la obligación de reforestar 82.8 hectáreas de manglar. Pero el trabajo no se detiene, aun cuando sigue sin haber una manifestación de impacto ambiental para el predio.