Pásala!

El gemido de la Sirena Me dejé venir El gemido de la Sirena

Por Sirenita Fuentes @EGDLS_TVOficial ¿Qué tal mis amados, queridos y calientes sirefanáti­cos? El día de hoy les traigo una increíble y especial columna, pues hoy les hablaré de una de mis fantasías cumplidas, he de confesar que yo no sabía que quería exp

- @sirenita_lis_fuentes

Rde la noche, los ojos se me pusieron en blanco y el aliento se fue por un minuto. aún mojada Despeinada, agitada y y última seguimos con la segunda de lado y posición, yo me acomodé penetrarme el hombre comenzó a toro sin y embestirme como un dedos de reservas, así mismo los senos, los este hombre tocaron mis de mí una pezones duros hacían verdadera puta y ninfómana. por

Estaba a punto de venirme creí que iba segunda y última vez, pero a ser un poco más complicado, que me las manos de aquel hombre su verguita me estaba metiendo toda a masturbarm­e ayudó, pues comenzó sus dedos rápidament­e, introdujo como sobre mí, comencé a lubricar dedos a la nunca, él se metió los que boca, probando los fluidos su pene de brotaron de mí, quitó la boca, ahí y me lo introdujo a la felación guiando las arcadas de mi cabello. con movimiento­s hacia boca estaba Segundos después, mi de semen llena de lechita calientita, de este atractivo riquísimo provenient­e cuerpo, fluidos hombre de muy buen ningunos que tragué y disfruté como los senos de así también me empapó ese hermoso líquido blanquecin­o, descansar, juntos nos acostamos para ni siquiera escuché cuando yo estaba dijeron “¡Corte!”, pues tan feliz de recibir al hombre las dentro de mí, sin olvidar de miradas lascivas e increíbles que veían unas cuantas personas mi cuerpo moverse y actuar. en una escena, nunca había mamado de un solo me lo quería terminar estimulé el bocado, con mi lengua de aquel glande, las bolas grandes que él actor colgaban, mientras de mis respiraba agitado disfrutand­o estimulaci­ones orales. y Estaba tan excitada gimiendo por completo mamando que me olvidé escena, hasta que estábamos en una el momento que me avisaron que era de coger. arriba, El hombre se acostó boca a mi y era momento de montar la espalda semental, así que le di pene a y yo misma coloqué su lubricado, y las orillas de mi sexo su lentamente fui introducie­ndo de placer miembro a mí, la sensación cabalgando fue inimaginab­le, estaba me como nunca hacia el orgasmo, un poco, monté y no solo introduje todo el me animé y quise recibir y grité, placer posible, me desinhibí gemí, hablé como nunca. me Mientras eso pasaba, no muchos había dado cuenta que mí, disfrutaba­n chicos disfrutaba­n de gemidos y de mi cuerpo, de mis ya les veía su gritos. Al grado de que de su enorme erección por encima los vi y me pantalón. ¡Confieso que agua la boca mojé más! Se me hizo esos penes de imaginarme a todos enfrente de mí, y yo saboreando y grandes! todos esos troncos ¡firmes y aumentó La calentura aumentó orgasmo hasta que tuve mi primer día yo me ecuerdo que ese no pensé que encontraba cansada, y por la misma podía lograr un orgasmo y el chico tocó mi razón. La escena comenzó, mis mejillas, y poco a cuello, mi rostro, acarició fueron aumentando su poco mi cara y cuerpo un poco caliente, pues temperatur­a, yo estaba me palpaban sus manos grandes y perfectas hasta ahora con una delicadeza que no puedo describir. a De pronto, volteé a ver todos, estaban fascinados conmigo, con mis reacciones, con mi respiració­n agitada, incluso atrapé a uno que por se estaba manoseando encima de la ropa... ¡Ufff! me Con todas esas miradas, lo puse más cachonda de usual, nunca creí que yo despertara tantas pasiones dentro de la industria pornográfi­ca.

Mi colega con quién compartía la escena se desnudó de pies a cabeza, me sorprendí de tanto al ver el pedazo verga que tenía: dura, a gruesa, jugosa y caliente más no poder, me arrodillé ante tremendo pene y comencé a mamar como

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 ?? ?? Por hoy me despido, pero no sin antes recordarle­s que la próxima semana estaré nuevamente con ustedes compartien­do otra vez ‘El gemido de la sirena’. Hasta luego Sirefanáti­c@s. Un besito, coloquense­lo donde más les guste, sueñen con los angelitos (y si quieren también conmigo, yo no me molesto).
Por hoy me despido, pero no sin antes recordarle­s que la próxima semana estaré nuevamente con ustedes compartien­do otra vez ‘El gemido de la sirena’. Hasta luego Sirefanáti­c@s. Un besito, coloquense­lo donde más les guste, sueñen con los angelitos (y si quieren también conmigo, yo no me molesto).

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