Entiende miedo a temblores
Jorge Elianne Ramírez Borja lleva 6 años viviendo en la Ciudad de México y no entendía el miedo que sus habitantes le tienen a los temblores hasta ayer que lo vivió en carne propia.
“Fue algo horrible, se movía todo, no me había pasado antes, la ciudad es un caos total, no hay luz, el edificio donde estaba tronaba todo, salí y atrás se cayó un edificio y a unas cuadras sobre el Viaducto se cayó otro”, relató.
El celayense que trabaja como director operativo de la Liga Telmex Telcel de bas- quetbol estaba en la colonia Roma, muy cerca del Parque Delta cuando el terremoto comenzó.
“Salí y enfrente hay una instancia infantil, todos estaban bien pero los niños estaban muy asustados en la calle, la gente muy espantada, la verdad no entendía porque la gente de aquí le tenía tanto miedo a los temblores hasta ahorita que lo viví”.
Jorge vive en Celaya los fines de semana y durante la semana trabaja allá, por lo que cuando comenzó el sismo lo primero en que pensó fue un su hijo Juan Pablo de 5 años. Para Ángel Flores, de 39 años, celayense que radica en Ciudad de México, desde hace varios años, los segundos en los que ocurrió el temblor se le hicieron eternos.
Se encontraba en el cuarto piso de un edificio público en la calle Toledo cerca de la avenida Reforma, cuando detectó el movimiento.
“Estábamos en la oficina y en eso comenzó a tronar el edificio, le dije a una compañera que estaba temblando y nos salimos por unas escaleras que están pegadas al edificio, estaban muy angostitas, pero nos pegamos a la pared”, narró.
Durante la bajada del cuarto al tercer piso todo transcurrió con normalidad, hasta que llegaron a la segunda planta se fue la luz eléctrica y las lámparas de emergencia no se prendieron. Todo quedó a oscuras.
De inmediato, una de las personas que evacuaban el edificio prendió la luz de su celular y pudieron seguir adelante, hasta que las escaleras comenzaron a moverse y una parte del techo a desprenderse.
“En eso empezaron los movimientos y a caerse el plafón del techo, me alcance a agarrar del tubo del barandal y aún así me pegue en el muro, se me hizo eterno, se escucharon llantos, gritos y salimos lo más pronto que podíamos”, dijo Ángel. vivió el sismo.