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Para cambiar a veces no se necesi tan grandes cosas dice Stephen Covey, el gurú del liderazgo y los hábitos efectivos. Entre todos los vi deos y memes que envían los amigos en Whatsapp, veía un viejo video del hombre que vendió millones de libros y transformó la industria de los libros de “autoayuda”.
Narra cómo los enormes barcos se mueven y cambian de rumbo con una simple tabla de “compensación” en el timón. Todas las naves, acuáticas y aéreas, tienen eso que llamamos com pensador o “trim tab”. Se usa para que cientos de miles de toneladas en un carguero cambien de rumbo sin ma yor esfuerzo de parte del timonel. Los grandes aviones navegan también con pequeños cambios en esos compensa dores.
Covey narra cómo en Nueva <orn se resolvió buena parte de la crimina lidad atacando los pequeños delitos en el metro o en los barrios donde se con centraba la mayoría de los crímenes.
En una larga charla con Álvar Ca beza de 9aca, actual secretario de Seguridad Pública, le preguntaba por qué había cientos o miles de autos sin placas en Guanajuato y nadie hacía al go al respecto. Para mi sorpresa dijo que era algo que no le correspondía, que eso era responsabilidad de otra de pendencia. Le comenté que en varios asesinatos los sicarios iban en autos con placas extranjeras o de plano sin placas. Su respuesta fue incoherente, por decir lo menos.
Diego Sinhué Rodríguez, el joven gobernador que inaugura mañana su sexenio, podría usar las recomendacio nes de Covey.
Ningún auto sin placas, ninguna camioneta con vidrios polarizados y ningún transporte sin identificación.
Alguna vez el propio Marcelo Ebrard, ex jefe del D.F., invitó a Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva <orn para que lo asesorara en la Ciudad de México. Giuliani era el gran pacifica dor de la Gran Manzana. Su receta era cero tolerancia en los delitos peque ños. Tan sólo evitar las transgresiones en el metro de Nueva <orn evitó un 75 por ciento de los crímenes en ese transporte.
Cuando repararon las ventanas ro tas de los barrios bajos, se redujeron los asaltos y los robos a transeúntes.
Hoy la anarquía va desde el robo de luminarias y cable en avenidas impor tantes como el nuevo Eje Metropolita no, hasta la extracción de metal de las alcantarillas. Las telefónicas sufren el robo de cable de cobre, los transportis tas pierden cargas completas y qué de cir del robo y tráfico de combustibles. La anarquía podría reducirse con me didas sencillas, con “compensadores” al timón que desea cambiar de rumbo el próximo gobernador.
¿De qué sirven los nuevos y grandes edificios para seguir la criminalidad como el que se acaba de inaugurar si vemos transitar en calles y carreteras autos sin placas"
Recuerdo que el candidato priísta, -osé Antonio Meade, mencionaba en uno de los debates que ya hay tecno logía para detectar armas en los vehí culos que pasan la frontera. Hay que investigarlo. Nunca sabremos todo lo que se esconde en el fracaso del pro grama Escudo, ese invento oscuro que nos costó casi mil millones de pesos.
Para la nueva administración ya no valdrán los pretextos que tuvo Miguel Márquez Márquez. El “golpe de ti món” al que se refirió en campaña Die go Sinhué, tiene que ver con un cambio radical, con una determinación inque brantable de obtener resultados ya.