Periódico AM Express (San Francisco del Ricón)
8 PUEBLOS DEL RINCÓN Y MANUEL DOBLADO, GTO.
Tragedia. En la Ciudad de México colapsaron una veintena de edificios por el sismo de 7.1 registrado ayer. Decenas
de personas originarias de Guanajuato que están viviendo en la Ciudad de México y Puebla, sufrieron una fuerte impresión por el sismo de 7.1 grados en la escala de Richter que se registró ayer, reportaron que incluso los números de emergencia estaban colapsados.
Estefany Mandujano, quien hasta hace poco residió en León y ahora habita con su familia en Iztapalapa, platica como vivió el sismo que se registró ayer.
Habitando un quinto piso, Estefany se encontraba realizando labores del hogar cuando sintió el movimiento telúrico. Aunque su primer pensamiento fue en reunirse con su esposo e hija, los nervios la dominaron y le impidieron moverse. Al no saber la duración del sismo, ni lo que hizo durante él, Estefany cree haber perdido el conocimiento.
Por horas, familiares y amigos no pudieron contactarle, sin embargo, apenas recuperaron la señal sus teléfonos celulares, Estefany reportó que tanto ella como su familia estaban a salvo.
Afortunadamente y pese a los daños registrados en edificios y escuelas de la zona, su vivienda no sufrió daños graves, por lo que no hay riesgo alguno en que continúen dentro de ella.
Por su parte, Ivonne Romo, originaria de San Miguel de Allende, se encontraba con su familia en un segundo piso de la colonia Bellavista de la Ciudad de México cuando ocurrió el sismo.
A pocas horas de haber escuchado la alarma para el simulacro, en memoria del terremoto del 85, Ivonne y su familia escucharon nuevamente la alarma sísmica, y comenzaron a ver cómo el departamento se movía de lado a lado.
Impactados por la intensidad del movimiento, durante el sismo, la familia permaneció dentro, rezando, para una vez terminado el terremoto, subir a la azotea del edificio, desde donde presenciaron cómo un viejo edificio ubicado a un costado del suyo se derrumbaba.
Por fortuna, ningún integrante de la familia sufrió lesión alguna, ni pérdidas materiales, por lo que actualmente están a la espera de que las vialidades les permitan regresar a su casa en Guanajuato. MANUEL LAMA
TLAXCALANCINGO, PUEBLA
“El temblor se sintió horrible, todos los edificios se empezaron a mover. Yo andaba trabajando y pensé en esconderme debajo de una mesa, pero luego pensé que salir era la mejor opción, así lo hice. Las cúpulas de una iglesia se cayeron. El centro está echo un caos, van dos personas muertas, esperemos que no tengamos más pérdidas humanas”.
MONSERRAT ESCOBAR CIUDAD DE MéXICO “Estaba en mi casa en Naucalpan, vivo en un tercer piso en la colonia Loma Colorada. Le iba a dar un yogurt a mi bebé, lo senté en su sillita y se empezó a sentir horrible, parecía que era de papel el departamento, lo agarré y nos bajamos. Una vez abajo, todos salieron y explotó un transformador en la esquina, llamamos al 911 pero todas las líneas estaban colapsadas y no hubo respuesta. Se fue la luz y se escuchan patrullas por todos lados y ambulancias”.
JESSICA LUNA CIUDAD DE MéXICO “Yo estaba en avenida Palmas en Torre Palmas. Gracias a Dios me tocó en la hora de la comida así es que me tocó en la calle, pero sí sentí muy feo, prácticamente me movían el piso, los postes de luz, los cables, los edificios se mecían. Ya están más tranquilas las personas, pero la mayoría nos fuimos a nuestras casas. Algunos en Polanco no se dan cuenta de la magnitud, van en sus autos molestos por el tráfico”.