Periódico AM Express (San Francisco del Ricón)
DEL ACETATO A LAS APPS
Su amor por la música lo llevó a tener una de las más completas colecciones de CDs
Durante 35 años Horacio Barbosa García quien es investigador del Centro de Investigaciones en Óptica de León (CIO) logró una colección de más de mil discos compactos de exclusiva música clásica.
La compra de CDs la frenó luego de la llegada del Internet y las aplicaciones de músicas en las que puede escuchar en cualquier momento sus melodías solo con teclear el nombre de la canción o artista.
Uno de los discos que más escuchó porque es su favorito son las sinfonías de Londres de Franz Joseph Haydn, con el director Sir Colin Davis, otro de sus preferidos y que más aprecia porque fue de sus primeras adquisiciones completas, es una serie de disco de concierto para piano de Mozart dirigidas por el pianista, poeta y escritor australiano Alfred Brendel.
El gusto del investigador por este género musical nació en su adolescencia por influencia de su tío quien escuchaba en discos de acetatos por mencionar algunos a Ray Conniff, Frank Pourcel, Frank Sinatra entre otros de la época.
Horacio adquirió y educó sus oídos con la música clásica, pues dijo que desde que escuchó las primeras melodías le gustó el sonido de las orquestas. Un segundo género que le agrada es el Jazz, que también tiene una considerable cantidad de CDs.
El coleccionista evolucionó con los formatos de la música, inició con los discos de acetatos que en su momento los adquiría en 50 pesos los cuales compraba cada quince días en conjunto con su hermano al ahorrar su domingo, en ocasiones alcanzaban para uno, pero si estaban en oferta se llevaban dos.
“Después llegó la era del cassette y con frecuencia los comprábamos en blanco o virgen como se le conocían, así que conseguíamos música con los amigos y la grabábamos, después era indispensable cargar con los cassettes para escuchar música en el auto en especial cuando salíamos de viaje”.
En 1982 cuando Sony y Phillips comenzaron a comercializar el CD, el cual fue creado por el holandés Kees Schouhamer Immink, de Phillips, y el japonés Toshitada Doi, de Sony, en 1979, fue el inició de la colección de Horacio.
Pero fue suspendida con la llegada del Internet y las múltiples aplicaciones para escuchar música.
“Mis primeros discos los compraba en 50 pesos, pero eran discos de acetatos que aún conservo en una caja con más de 300 LPs que ya quedaron fuera del catálogo y que escucho en momentos de nostalgia, también tengo otra caja de casetes • Años coleccionando discos que ya no escucho. Con la comercialización de los discos compactos comencé mi colección porque nunca se dejaron de vender e incluso actualmente aun los encuentro en tiendas de autoservicios o lugares exclusivas de música, pero ya no compró porque escucho la música en internet”.
Por mencionar solo algunos discos de los más de mil son de Ludwig van Beethoven, Wolfgang Amadeus Mozart, Johann Sebastian Bach, Giuseppe Verdi, Richard Strauss, FrédéricChopin, Franz Schubert, Johannes Brahms, Piotr Ilich Chaikovski entre otros.
Pasó de disco de acetatos, a casetes y después a discos compactos, USB y ahora su aplicación favorita es Spotify.