Pierden esperanza
Mantienen a familia de guanajuatense en vilo por 3 días; dijeron que vivía, pero había muerto Traen cuerpo de Jesús Emmanuel Navarro Gutiérrez a Guanajuato capital para sepultarlo
El espacio donde la familia de Jesús Emmanuel Navarro Gutiérrez mantuvo durante casi 45 horas la esperanza de encontrarlo con vida, quedó ayer vacío. El joven guanajuatense falleció desde el miércoles, su cuerpo estaba en el Servicio Médico Forense.
No importa si fueron desvelos, sí llovió, si no se durmió por más de 45 horas e incluso si hubo que pelearse con alguien por información. Jesús Emmanuel Navarro Gutiérrez regresó a casa, a su natal Guanajuato capital.
Aunque Emmanuel luchó por más de 24 horas bajó el polvo, no resistió y murió un día después del sismo en la Ciudad de México.
Esa fue la información que recibió ayer la familia tras mantener tres días y sus noches la esperanza de que llegaría a casa... pero con vida.
Sin embargo la historia fue diferente. Hiram Esaú Navarro, hermano del finado, fue solicitado ayer antes de las 9 de la mañana para acudir al Servicio Médico Forense (Semefo), pues había un cadáver y creían que se trataba de su compañero de infancia. Así fue.
Según Héctor Ortiz, representante del Gobierno del Estado en la CDMX, se notificó haber encontrado el celular y documentación de la víctima.
“El hermano de Emmanuel recibió una llamada pidiendo que fuera al Semefo a hacer un reconocimiento porque habían encontrado documentos y el teléfono, y efectivamente dio reconocimiento del cuerpo”, narró.
“Estamos en el procedimiento de traslado y estará siendo velado en las capillas del Estado, ya fueron notificados los papás y están en el proceso de regresar a Guanajuato”, informó luego del mediodía.
Los familiares de Jesús Emmanuel llegaron a la zona de espera la madrugada del miércoles y alrededor de la una de la tarde se les acercaron rescatistas para informarles que el joven había sido localizado gracias a una pareja de binomios (perro-hombre).
La esperanza creció y se mantuvo esa noche pese a la lluvia, granizada y la poca información.
La familia no se movió. Transcurrió el jueves y ya por la noche tenía hasta representantes dentro de la zona de búsqueda para conocer la evolución del rescate.
En la lista de las más de 40 personas en espera de ser rescatadas el nombre de Jesús Emmanuel seguía intacto, nadie lo había borrado; habían pasado casi 48 horas desde que el grupo de rescate avisó a sus familiares que estaba con vida.
La última noche, la del jueves, el sacerdote Aarón León acudió a rezar con ellos y a darles ánimos, esos que ni Ricardo ni Rocío (papás de Jesús) habían perdido.
Por primera vez cada hora acudían a informar, pero esta vez con una mala noticia: todos los trabajos se detendrían porque la lluvia provocó incremento en el peso del escombro a 1.5 toneladas.
Al amanecer del viernes una brigada proveniente de Japón se incorporó a los rescates. No pasarían ni tres horas para conocer el trágico desenlace.
Jesús Emmanuel tenía apenas unos meses trabajando en la Ciudad de México; el edificio colapsó en menos de 20 segundos, tiempo insuficiente para poder salir.
Durante los tres días se dijo que su piso era el sexto, que se encontraba en la cuenca que hacía una escalera, que él mismo había dicho su nombre para avisar que estaba atrapado.
Pero nunca se dijo que el día que la familia “respiró” porque les dijeron que su hijo estaba atrapado pero con vida, fue el mismo en que lo encontraron, sacaron y declararon muerto. Se enteraron hasta ayer.
En entrevista con am Ricardo Navarro, su papá, prometía que lo llevaría casa; su hermano, después de enterarse del fallecimiento, aseguró que cumplió lo que dijo cuando se enteraron del sismo.
“Ya estamos aquí en Álvaro Obregón y no nos iremos sin ti; resiste, fue una promesa que te hice, hoy con el corazón roto y el alma destrozada pero con la frente en alto puedo decirte que te cumplí hermano”, publicó en su Facebook.