Altera ecosistemas presencia humana
Las áreas marinas protegidas tienen cinco veces más peces que los arrecifes de pesca libre, según alerta una investigación masiva basada en el estudio de cerca de 1,800 arrecifes de coral tropicales situados en distintos puntos del planeta.
Aún así, la biomasa de peces en reservas donde la presión humana es intensa solo tiene “una cuarta parte de los peces respecto a zonas protegidas donde este impacto es menor”, destaca en un comunicado Josh Cinner, profesor del Centro de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral y máximo responsable del estudio. Los resultados demuestran, por tanto, que la protección de áreas es beneficiosa para la biodiversidad, pero que incluso en zonas protegidas de alto cumplimiento, el impacto humano altera los ecosistemas marinos.
Los científicos que se encargan de estudiar la evolución de los arrecifes de coral han estado “intrigados durante mucho tiempo” por conocer la causa del deterioro, según comenta a El País, Camilo Mora, profesor de la Universidad de Hawái y experto en amenaza a la biodiversidad. Todo apunta al fenómeno de la gravedad. Se trata de una analogía que emplean Mora y otros científicos implicados en el estudio para referirse a la atracción que los recursos naturales ejercen sobre las poblaciones humanas.
Aunque la sobrepesca es una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina, uno de cada tres peces capturados en todo el mundo no llega a consumirse, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Las causas son diversas. La mayoría de las pérdidas se deben a la falta de conocimiento o recursos necesarios para mantener el pescado fresco, pero también se devuelve al mar gran cantidad de peces por su reducido tamaño o por ser una especie no deseada.