Periódico AM Express (San Francisco del Ricón)

ENAMORADA DE UN CUARENTóN

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Qué tal, Tía Remedios, me llamo Carime y tengo 25 años, quiero saber si es malo que me guste un chavo de 44 años. La verdad es que creo que ya se dio cuenta que me late, porque no me hablaba y ahora lo hace muy seguido. Yo he tratado no verme muy lanzada, pero la verdad hasta sueño con él. Dice que tiene un hijo, pero que está separado de su pareja y que ahora está solamente dedicado a trabajar por su chavito. No sé qué hacer, Tía, si le digo que me gusta y me manda a volar creo que no podré soportarlo. Necesito tu consejo. CARIME, 25 AñOS

Querida Carime, un hombre de 44 años no es un chavo, es un señor. Así que no te confundas. Se vale que le digas que te late, pero yo te pregunto ¿qué esperas que pase? Dices que tiene un hijo y una ex mujer, si es que es cierto lo que dice de que está separado. ¿Qué lugar crees que podrías tener en su vida? Si quieres el número uno debes saber que no es posible porque el sitio está ocupado, segurament­e, por el trabajo; en segundo lugar, debe estar el hijo, y posiblemen­te en tercero la, ex. ¿Quieres el cuarto lugar? Llégale. Estoy tratando de decirte que seas realista, y no esperes más de lo que el hombre puede dar en este momento de su vida de señor separado.

BONITA Y SABROSA, PERO INTERESADA

Hola, Tía Remedios, mi nombre es Javier, fíjate que trabajo para una empresa empacadora de carnes frías y quesos; allí conocí a Marcela, una chava bien bonita con ojos pizpiretos y boquita chiquita, buen cuerpo, o sea, bien sabrosa, Tía. En fin, nos empezamos hablar y nos íbamos a comer juntos. La acompañaba a tomar el transporte público, ya que no quería que la molestaran los gandallas de la zona. Así pasó el tiempo y nos fuimos agarrando cariño, la verdad yo no me lo creía, ya que andar con una belleza así era un sueño. No dimos nuestros besotes y nuestras manoseadas, la neta es que ya estábamos puestos para ponerle como se debe en un hotel, pero de un día para otro me dijo que ya no quería nada conmigo, que la neta sólo estaba divirtiénd­ose un rato. Esto me sacó de onda porque a la semana de que yo le estuviera rogando que me dijera qué había hecho, pues que la veo con otro tipo de la planta, un jefe. Y bueno, no sé qué hacer, Tía, yo sí la quiero mucho, pero siento que sólo se fija en el dinero y no en los sentimient­os. La neta es que tengo mucho coraje y hasta quiero ‘ponerle una madrina’ al jefe aquél. ¿Qué me aconsejas? Gracias. JAVIER

¡Hooola!, querido Javier. Tú mismo dices que la chica estaba fuera de tu alcance, y te hizo el favor de salir contigo hasta que llegó alguien que le interesa más porque va a disfrutar de los beneficios que da tener un poquito más de dinero o de influencia. Tal vez ni siquiera sea el dinero, sino el hecho de que sale con un jefe cuando ella es alguien de más abajo. El mismo círculo que el que organizó contigo, sólo que en esta relación ella eres tú, ¿me cachas? Ni modo. La vida es así, a veces se le entrega el corazón a quien no puede recibirlo. Comprendo tu enojo, pero ¿en serio crees que ese jefe jugó rudo? No. Ella ha sido la que lo ha aceptado. Así que te toca reconocer que ella no era la persona que creías y, como dices, le interesa más el dinero que los sentimient­os. Te sugiero que vivas el duelo necesario por la pérdida que has tenido, especialme­nte porque no cumpliste tu sueño de encamártel­a, y cuando te recuperes, fíjate en una chica que pueda ser más honesta contigo.

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